En las junglas del Magreb africano, los animales se dividían en dos facciones claramente antagónicas, los de Agua y los de Tierra.

Al contrario de otros animales, como el ser humano, los animales de la jungla mantenían esquemas democráticos bastante ordenados, uno que otro chanchullo por ahí, algún chimpancé errático como magistrado por acá, urnas llenas de votos desaparecidos que de repente aparecían, pero… nada que alterara el resultado.

El dominio de los de Tierra era abrumador, las figuras Presidenciables del león, el tigre, marcaban atractivo en caudal de votos, a diferencia de los de Agua, que por lo general candidateaban al cocodrilo (que tenía pésima reputación por andar comiendo especímenes de tierra, aunque los de tierra se pasaban comiendo entre ellos), o la piraña de río que levantaban pocos votos.

Los de Tierra, habían elegido candidato para las próximas elecciones, y habían elegido una carta ganadora: el Búfalo. El Búfalo africano era un ejemplo, tremendo animalón de más de 800 kilos de peso, siempre actuando solidariamente en manada, sedentario, protector de sus crías, no tenía pasado político, herbívoro, prometía ganar fácilmente la Presidencia de la Jungla.

En cambio el Consejo Político de los de Agua no hallaba candidato, reunidos el lagarto (no podía candidatearse por su nombre), cocodrilo, tilapias, tortugas, manatíes y la Piraña como moderador, se planteaban otra vez, perder la Presidencia por no tener candidato adecuado … río arriba, un hipopótamo jugaba con su cría.

-          Miren – dijo la nutria – y por qué no candidateamos a Pipo Pótamo ?

-          Queeeeee ? – abrió su bocaza el cocodrilo, cuya opinión pesaba y mucho – Pipo ? Pero si no rebuzna de milagro.

-          Wait a moment! – dijo la rana anfibia, que siempre se jactaba de su procedencia de América – miren, la idea no es mala, podrá ser medio tonto, pero eso no importa, sé de un pequeño país centroamericano donde el más dundo se convierte en Presidente del Congreso, y el que le sigue en torpeza es el vice y ahí van …

-          Y eso se puede ? – preguntó el manatí.

-          No se debe ...pero se puede.

-          Entonces – comenzó a elucubrar el cocodrilo – si Pipo queda Presidente de la Jungla, el poder tras el trono, podemos ser nosotros, que ya no podemos candidatearnos porque la jungla nos detesta ….

Desde la orilla escucharon unas risas altisonantes y perniciosas, eran las hienas, espías sagaces de los de Tierra, que con la noticia ya cachada, salieron huyendo a reportar al León y al Tigre, sus líderes …

-          Ya se va a saber la noticia – dijo una tilapia – tenemos que apurar el lanzamiento de campaña antes que lleguen las hienas con el chambre.

Pipo Pótamo jugaba alegremente en el río, chapoteando con su hijo Peter Pótamo, le tomaron un par de fotos a la tierna escena, y salieron los del Comité de base a imprimir afiches, rápidamente la Piraña y el Cocodrilo empezaron a platicar con Pipo que los miraba con cara asombrada y no entendía nada …

A la mañana siguiente la jungla aparecía tapizada con afiches, Pipo jugando con su hijo Peter Pótamo y la leyenda “Pipo Pótamo cuidará la Jungla, así como cuida a su hijo. Vota por los de Agua!”.

Al principio, las encuestas no levantaron mucho polvo, el Búfalo ganaba cómodamente con 87% de preferencias, contra 10% de Pipo, pero poco a poco, los partidos minoritarios como los del Aire y los Reptiles Independientes se volcaron por vez primera a apoyar a los de Agua y el estilo despreocupado de Pipo ganaba adeptos, se fue acercando en cifras.

La última encuesta antes de la elección le daba el liderazgo al Búfalo con el 56%, Pipo con 39% y un 5 % de indecisos.

El día de las elecciones, Pipo Pótamo arrasó con un 64 % de los votos dejando muy atrás al Búfalo con 31 %, demostrando que en Jungla, también, las encuestas de intención de voto eran una real mierda.

Pipo Pótamo, al segundo día en el poder, le encontró el gustito a eso de mandar. Por su natural herbívoro, pesado y pacífico, nunca ambicionó nada de lo que no tenía, pero al verlo todo a su disposición …se dio el cambiazo.

Al tercer día ya no quiso caminar por el gramal hasta la Choza de Gobierno, se hizo transportar por un contingente de custodios humanos y caravana de blindadas, en una carretera construida expresamente, con semáforos propios (a pesar que no había otros vehículos en la jungla).

Cuando comenzó a lotificar y vender parcelas de la jungla, su partido le quitó el apoyo, Pipo se alió con los de Tierra, que a su vez lo abandonaron cuando empezó a explotar pozos de petróleo y reservas de gas natural para su provecho propio.

No le importó, disolvió el Congreso, proscribió los partidos políticos, armó su propio ejército de mercenarios y repelió toda protesta, abolió la Constitución …

… todo esto sucedió Nosedonde Nomeacuerdo, pero fue hace más de treinta años …

Hoy Pipo Pótamo, más gordo, viejo y cansado, arregla su sucesión dinástica, en favor de su hijo Peter …

… del agua mansa ….