“Del lado de la barba y el bigote está el poder (Moliére, quien por cierto no tenía bigote)
El bigote te hace lucir y sentirte más hombre? Es una pregunta peliaguda, literalmente. Y uno que sin duda estará en los labios superiores bien afeitados de los hombres de todo el país en este hermoso mes de noviembre.
De dónde viene esta forma idiosincrásica de vello facial? ¿Quién fue el primer hombre que dejó de afeitarse cuando la navaja le pasó por el labio superior? ¿La capacidad de dejarse crecer el bigote realmente te hace más hombre? Bueno, caballeros, saquen la cera y las peinetas, porque he aquí una breve y erizada historia del bigote.
De dónde viene el “bigote”?
De no rasurarse, jajaja …. Si pero antes de abordar el problema en sí, echemos un vistazo a la palabra. "Mastax", una palabra griega, fue robada por los escoceses y convertida en "Mystax", y ambos significan "mandíbulas, boca o labios". Los griegos medievales retomaron la palabra, y 'Moustakion' creció hasta convertirse en el italiano 'Mostaccio', antes de que los franceses la combinaran para presentarla, dándonos 'Moustache' alrededor de 1580, con una definición final de: 'El cabello que crece en el labio superior de los hombres'.
En las crónicas, Carlomagno es el emperador de “la barba florida”. Francisco I se dejó crecer la barba para ocultar una cicatriz. Por otras razones, el Papa hizo lo mismo. Inmediatamente todos los mentones se adornaron; los eclesiásticos siguiendo el ejemplo del Papa imitaron a los laicos que copiaban al rey. Estas veleidades del clero no dejaron de provocar dificultades.
Cuando Guillermo Duprat, que se enorgullecía de ser poseedor de una de las más hermosas barbas de Francia, fue nombrado obispo de Clermont y quiso tomar posesión de su catedral, los canónigos le prohibieron la entrada a causa de su mentón barbudo. Puesto entre el obispado y la barba, optó por el primero y no tuvo más remedio que afeitarse. Este incidente trajo grandes discusiones; la Sorbona estudió largamente tan grave y pilosa cuestión, y el rey intervino a favor del bigote y la barba.
Lamentablemente, el origen del adorno actual no está tan claro. Sabemos que algunas estatuas egipcias muestran a faraones luciendo 'taches'. Los valientes caballeros de la Edad Media también tenían armaduras hechas a medida para adaptarse a sus bigotes; Se crearon cascos que no harían crujir el espeso y suelto vello facial. Y también somos conscientes de que las unidades de caballería de húsares húngaros del siglo XVIII combinaban sus enormes bigotes con uniformes extravagantes, en un intento de infundir miedo en los corazones de sus descarados enemigos.
¿Pero una historia de origen oficial? Es probable que nunca lo sepamos. Simplemente consuélate a ti mismo y a tu bigote con estos datos divertidos: el bigote promedio se compone de 600 pelos; filtran el aire que respiras por la nariz; Si tienes bigote, lo tocarás sin darte cuenta más de 700 veces al día.
Qué importancia tenían los bigotes para los militares?
Tan importantes como sus armas y raciones, desde cualquier punto de vista. En el siglo XVIII, se consideraba que los bigotes significaban soldados y se usaban comúnmente para diferenciar entre militares y simples civiles. Y, desde los días del rey Jaime I, el delicioso manillar había estado disfrutando de un apogeo bien cepillado, aunque aristocrático.
Pero un verdadero punto de inflexión en el poder militar del bigote se produjo en la India. Era el siglo XIX y el Raj británico estaba en pleno apogeo colonial. La población india, que tradicionalmente cree que el vello facial de un hombre es un signo de su virilidad innata, se dejó crecer bigotes gigantes para afirmar su masculinidad. Al parecer, lo más grande definitivamente se consideraba mejor.
El ejército británico, muchos de los cuales estaban aceptando la sensibilidad de la época sobre los labios superiores rígidos y bien afeitados, tenía dificultades para mantener el orden dentro de las tropas indias, que las consideraban menos que "verdaderos hombres" dada su desastrosa falta de bigotes. . Acorralados, los británicos se defendieron y tomaron el control con cerdas igualmente grandes, y se llevaron el estilo cuando regresaron a casa.
El elegante estilo del bigote moderno
El bigote regresó del Imperio como un héroe peludo conquistador. A pesar de un problema durante la Primera Guerra Mundial (las máscaras antigás no encajaban si no estabas bien afeitado), a partir de la década de 1920 se produjo un auge en las caras peludas. Poirot apareció en las páginas de Agatha Christie. Errol Flynn y Clark Gable empezaron a exagerar en Hollywood.
Pero luego llegó la Segunda Guerra Mundial y Hitler, él solo, se hizo cargo del bigote del cepillo de dientes. En este lado del Atlántico, el vello facial bien peinado volvió a ponerse de moda, extendiéndose desde los labios superiores de los hombres hasta todos los rincones de la cultura de los años sesenta y setenta. Burt Reynolds y Tom Selleck diseñaron sus bigotes con puro atractivo sexual, y no fue hasta finales de siglo que el vello facial volvió a caer en desgracia.
Cambio de siglo
Los hombres de todo el mundo estaban, en el 2000, una vez más listos para dejarse crecer el bigote más voluble y, hoy en día, todavía disfrutamos de nuestra celebración de un mes de duración del estilo (y su causa de lucha contra el cáncer) cada año
Pero, es eso el bigote ? Te hace lucir más hombre?
¿Seguís con eso? La respuesta corta es no. A pesar de que los húsares húngaros usan bigotes para parecer más duros y los combatientes indios se cepillan para parecer más varoniles, no existe correlación entre la virilidad, la fertilidad y el buen bigote que se puede tener.
En cambio, la mayoría de los hombres tienen niveles similares de testosterona y su genética única moldea su sensibilidad a la hormona. Y eso es lo que lleva a tu delicioso manillar, o a tu menos que impresionante barba incipiente. Así que adelante, caballeros, y crezca lo mejor posible este noviembre: será el último en una tradición audaz y erizada.
