Johnny Acetileno, entonces, se dedicó a seguir probando su puntería …
Lanzó el tercer escupitajo seguido sobra la mosca de lomo verde que campante, seguía devorándose los granos de azúcar derramada de su café de esta mañana sobre su escritorio, el tercer escupitajo tampoco le pegó a la mosca, que ni siquiera se inmutó …
Johnny Acetileno, detective privado, privado de todo, de dinero, de trabajo, el único trabajo que había tenido en dos meses fue el encargo de bajar un gato de un árbol, donde se había trabajado y después de los rasguños consabidos, le pagaron con una bolsa de cinco libras de azúcar … la misma que hoy se devoraba la mosca verde.
Privado de pistola, que le decomisó la Policía, por pelea de borrachos en un barra show, por una cabaretera que le había prometido esa noche su amor … a unos cuantos.
Necesitaba dinero desesperadamente, en ese momento sonaron unos nudillos en la puerta “knock knock”
- Son dedos de una mano delicada – reflexionó Johnny – femenina, etérea y lívida …
Esta es la parte de estos cuentos detectivescos, donde entra una dama bellísima vestida de blanco, desesperada y urgida por un trabajo y favores del detective ….
Pero no, quien apareció fue la esposa del dueño del edificio donde tenía su edificio, una señora bajita y regordeta, con un dejo de bozo encima del labio superior, dos dientes de oro frontales y una escopeta de doble cañón recortada, apuntando al tórax de Johnny.
- Johnny Acetileno – lo amenazó – cinco meses sin pagar el alquiler, manda a decir mi esposo que si no paga en este instante, le suelte dos tiros en el estómago.
Johnny no perdió la calma, por el contrario, y a pesar de que las características de la casera le jugaban en contra, olió dos veces al aire …y la miró a los ojos …
- Es almizcle verdad? Almizcle con un dejo de extracto de magnolia .., su perfume.
- Como … lo sabe? – preguntó la casera con una mirada extrañada y los ojos como dos platos pero hondos, hundidos en esas ojeras …
- Soy detective, de los buenos, y además puede ver que en el ligero temblor de estas manos – le pasó su mano por el brazo de ella – hay poca convicción de pretender matarme … más bien …
Johnny Acetileno, subió la caricia por el brazo de la señora regordeta que temblaba de pánico ante la falta de un toque amoroso masculino desde hace siglos y bajó la escopeta.
Besó sus mejillas, labios, cuello, la apretó contra su cuerpo, le subió la falda, bajó la ropa interior y con una galantería característica le hizo apasionadamente el amor a Begonia (así se llamaba la casera) …
Jadeando, confusa, sudorosa y extasiada, Begonia soltó su propuesta …
- Yo voy a pagar tus cinco meses de alquiler de un dinero que tengo escondico sin que mi esposo sepa, y los meses que vengan, si me haces al amor, tal como ahora, una vez por semana Johnny Acetileno.
Era un trago amargo, pero hicieron negocio, se despidió con un beso que era mezcla de telenovela y “Top Chef” (por el olor a ajo), se acomodó las ropas, recogió la escopeta y se marchó ….
Las visitas semanales siguieron puntuales y las cuentas de alquiler, puntuales … de trabajo? Nada ..
Un buen día sonaron nudillos más fuertes que los de Begonia, abrió la puerta y apareció un fulano con caro de capo de la “Cossa Nostra”, aspecto temible, vestido de terno, cuando ya nadie los usa
- Soy Renato Vergara, dueño de este edificio … - extendiendo la mano.
- Encantado Señor Vergara, estoy al día por cierto … - dijo Johnny
- Si, si y le agradezco, pero no vengo por eso, sino por sus servicios profesionales ..
- A sus órdenes, tome asiento … usted dirá – sonrió para sus adentros Johnny Acetileno.
- Mi esposa me engaña – dijo lapidario Renato – desde hace un par de meses, sus hábitos y conducta han cambiado, se ausenta mayor cantidad de tiempo, se arregla más que antes, y se duerme antes que yo llegue a la cama …
- Que tendré yo que ver con este asunto? – preguntó balbuceante Johnny Acetileno.
- Necesito saber con quien me engaña mi esposa, pruebas contundentes como fotografías y similares, quiero matarlo!! Pago cinco mil dólares.
Cinco mil dólares! Jamás había tenido tanto dinero Johnny Acetileno, a no ser acumulado en deudas, raudo y veloz dijo ….
- Trabajo con 50% de anticipo
- Mil dólares adelantados le puedo dar …
- Hecho! – dijo Johnny Acetileno, mientras calculaba que con eso recuperaba su pistola, sobrevivía un mes, y trataba de hallar un plan.
Sabiendo que la única forma de cobrar cuatro mil dólares restantes, era asesinarse a si mismo, lo desechó, y empezó a cavilar un mejor plan, y su mejor aliada sería la misma Begoña, regordeta de dientes de oro, que a estas alturas, babeaba de amor por Johnny Acetileno.
- Mi lindo, pero con un cadáver encima? Yo hago cualquier cosa por vos … pero con un cadáver? Esrepugnante!
- Y eso es lo que necesito de ti, que te repugne, y en una habitación de motel … es importante mi amor – puso cara de circunstancias.
- Y para quien son las fotos, quien las va a ver?
- Solo aquellos ojos que te aman – contestó Johnny.
El plan fue aceptado y rápido, Johnny consiguió un cadáver reciente prestado en la morgue, donde Estupiñán le debía favores, lo trasladó al motel, Begoña llegó puntual, le puso el cadáver, encima, de lado, Begoña ponía cara de naúsea… muy natural, hecho !
Y junto a Estupiñán, más tarde, trasladaron el cadáver a su oficina.
- Que me tiene novedades? – llegó al día siguiente rápido Renato Vergara.
- Si, el individuo se llama Reginaldo Barrera, pero no es que tuviera relaciones de infidelidad con su esposa por consentimiento, la extorsionaba …
- La extorsionaba?
- Le sacaba dinero a cambio de revelarle a usted su relación, Bego … su esposa, tuvo un “algo” con él, pero él abusó de ella y ya no quería saber nada de el, ya no podía pagarle, se entregaba para evitar que le dijeran a usted, vea en las fotos, hay muestras de repugnancia …
- Si, es cierto …. Voy a matar a ese hijo de puta …donde lo encuentro? – preguntó Renato.
- No se preocupe Señor Vergara, ya lo hice por usted, - Johnny abrió el closet y ahí estaba el cadáver de la morgue con un hilo de sangre en la frente (tiro que con su pistola recuperada, Johnny le pegó al cadáver de la morgue) …
Pero estuvo de acuerdo Renato Vergara, que debían sacar el cuerpo de “su” edificio de inmediato!
- Yo me encargo de eso – dijo Johnny Acetileno, y el cadáver regresó a la morgue.
Johnny recibió su paga con propina, su pistola, su oficina gratis, su visita semanal y recomendaciones de trabajo …
Johnny Acetileno, entonces, se dedicó a seguir probando su puntería … lanzó el cuarto escupitajo ….
Busco alguien, tal vez debería erróneamente decir … extraviada
porque a decir verdad, es un amor que busco
del que no se nada …
Hey Profe, aprovechando estos días de poco trabajo, bah ..al igual que los últimos 15 meses, pégueles una jaladita de gónadas a los diputados de su partido y su partido garrapata, porque han detenido …
No habían nuestros héroes atravesado siquiera la estratósfera, 48 kms sobre la tierra cuando empiezan las primeras desavenencias sobre la ruta de vuelo …