- Hola! Soy Luna, alter ego de Karen, mucho gusto
- Hola Luna, soy Soledad
- Hola Soledad, te puedo llamar Sole??
- Tú puedes llamarme como tú quieras, puedo ser todo lo que tú desees, tu amiga, tu maestra o tu peor enemiga, tú decides
Desde entonces Sole se convirtió en una gran amiga, dormimos juntas todas las noches, cocinamos, comemos y pasamos juntas mucho tiempo, al principio no me gustaba su compañía, porque sentía que me alejaba de mis amigos, de mi familia y que pasaba sola mucho tiempo.... hasta que aprendí a disfrutar los momentos con ella, sus enseñanzas y lo nuevo que veía poco a poco
Cuando vuelvo a ver a algún amigo me dicen que me pierdo, no me he perdido, la Sole me encontró y estoy a gusto con ella
Entre más me gustaba estar con la Sole, menos me gustaba que me molestara otra gente, más me incomodaban algunas cosas de la "sociedad" y más claramente he podido conocerme
Sole, me enseñaste a caminar sin ayuda, a no llevar más equipaje del necesario, y a no cargar con cosas ajenas, eres una gran amiga, confidente y consejera, aunque la gente lo vea malo y egoísta
Hay días en que te cambio por la compañía y los momentos en pareja, no me siento culpable porque él también es tu amigo, también lo acompañas y aconsejas, y él te adora un poco más que yo, que tengo poco de conocerte, mucho menos que él....
Sole, gracias por enseñarme a apreciar qué compañía me agrada y qué compañía es mejor dejar ir, gracias por enseñarme a valerme por mí misma, aunque soy mala aprendiz en eso, prometo dar lo mejor de mí para lograrlo, gracias por enseñarme a apreciarte
- Ya sabes Luna, ten cuidado con quién compartes tu vida, tus sentimientos y pensamientos son parte muy importante de ti, no se los des a cualquiera.... ya te enseñé cómo termina eso
- Gracias Sole, te espero más tarde, te quiero


Mariela, profesional independiente, buen pasar, ya treinta años largos, casi cuarenta, acompañada de su amiga Isabela deciden dar un viaje “de chicas” … a Italia, a Roma, lugar que Mariela ya conocía, había estado allí años antes, y siempre anheló volver.

Te considerás una persona romántica o más bien un poco cursi? Dependiendo de la forma de actuar y de las personas que estén alrededor nuestra forma de actuar puede resultar romántica o cursi. Un gesto que pensás que puede ser muy romántico, para tu pareja o incluso para tus amigos puede ser toda una cursilería.