La emperatriz romana Mesalina tenía fama de ser una mujer de “sábana inquieta”. La emperatriz, de quien se dice, era “sexualmente promiscua” tenía una serie de amantes. Su intensa vida amorosa también fue la causa de su fallecimiento.

 

 

Las historias picantes sobre Mesalina incluyen su trabajo como prostituta en un burdel y la celebración de una competencia sobre quién tenía más resistencia sexual contra otra reconocida “reina de los lupanares Romanos “, Edna, a quien venció en número de servicios ….

 

 

Quién era Mesalina?

Valeria Mesalina (20-48) fue una influyente noble romana. Era bisnieta del primer emperador romano Augusto.

Mesalina era muy hermosa e irresistible para la mayoría de los hombres romanos. En el año 38 se casó con Claudio (10 a. C.-54 d. C.), cuando ella tenía dieciocho años y él cuarenta y ocho. A los romanos no les importaba el hecho de que eran primos hermanos, una vez eliminados. Dio a luz a una hija, Claudia Octavia, y a un hijo, Britannicus.

 

 

 

En el 41 d.C., cuando los conspiradores mataron al emperador Calígula, la Guardia Pretoriana seleccionó al marido de Mesalina, Claudio, como próximo emperador.

Usó su influencia sobre Claudio para su propio beneficio. Utilizando acusaciones falsas, eliminó a sus oponentes y amasó una gran riqueza personal.

Como esposa de un emperador, Mesalina estaba ahora en el centro de atención y, por tanto, es este período de su vida el que más sabemos. (A veces nos referiremos a Mesalina como la “emperatriz”, pero cabe señalar que no había ningún cargo oficial para la esposa de un emperador en ese momento).

En sus últimos siete años, la supuesta conducta de Mesalina la consolidaría firmemente en el poder. imaginación popular y la convierten en inspiración para obras de arte, novelas, obras de teatro y películas.

Si bien, por supuesto, existen diferencias en cada reencarnación de Mesalina, hay un hilo común que recorre la mayoría: el sexo. Se la retrata como seductora, malvada, una puta, una amante. Quizás la creación más evocadora sea la escultura de Brunet de 1884, en la que Mesalina desnuda yace eróticamente tumbada sobre la cama, con una mirada sensual en su rostro, perdida en el éxtasis orgásmico de su última conquista.

 

 

 

 

 

 

Siete años locos llegan a su final

El otro detalle contextual que conviene tener en cuenta es la fortaleza de la posición de la nueva pareja imperial. El nacimiento de un hijo (Británicus) impulsó el estatus de Mesalina, y fue celebrada en las monedas por su posición como madre de los hijos de Claudio (el antes mencionado y Octavia). Sin embargo, esta apariencia de seguridad contradecía la realidad de su situación.

Mesalina sufrió un ligero revés cuando Claudio no le permitió asumir el título de Augusta después del nacimiento (Dio 60.12.4; Bauman 1994, p. 169). Este título solo se había otorgado anteriormente a la madre de Claudio (Antonia Menor) y a Livia, pero Claudio fue quien se lo otorgó a esta última y fácilmente se lo otorgaría a su próxima esposa. Se debió esto a la diferencia de edades, a sus conexiones familiares o a algo completamente distinto?

 

 

Lo más preocupante es que Claudio no era un hombre joven cuando se convirtió en emperador y la forma en que asumió el poder lo había hecho peligrosamente impopular, sobre todo entre la élite senatorial. Se lo habían impuesto los pretorianos, quienes expusieron su creciente irrelevancia en lo principal.

Claudio no había sido la única posibilidad. Había otros con conexiones con Augusto, como Junii Silani, pero el Senado había jugado con varias opciones después de la muerte de Calígula, incluida la restauración de la República.

 

 

 

 

Mesalina, y las conjuras políticas?

 

 

Claudio enfrentó problemas casi de inmediato. En el año 42 d.C., Cayo Apio Silano fue ejecutado, derribado por Mesalina y Narciso, quienes lo acusaron basándose en sueños que tuvieron en los que atacaba al emperador. Silano acababa de casarse con la madre de Mesalina, pero ésta supuestamente se volvió contra él cuando se negó a acostarse con ella (Suet. Claud. 37; Dio 60.14.1; Bauman 1994, p. 170; Levick 2015, p. 66).

La caída de Silano puede haber estado relacionada con una revuelta que Claudio enfrentó poco después, encabezada por L. Arruntius Camillus Scribonianus, que condujo a más arrestos (Dio 60.15.5-6, 60.16.1-3; Bauman 1994, p. 171 (Levick 2015, págs. 66-67). La caída de tantos miembros de la élite a principios de su reinado agrió la reputación de Claudio, y esto fue sólo el comienzo. Si bien no tenemos tiempo para detallar todas las pruebas del reinado de Claudio, basta decir que siguieron otras.

 

 

 

En el 48 d.C., Mesalina se casó, en una bacanal,  con su amante, el senador Cayo Silio, en ausencia de Claudio, que se hallaba en el Puerto de Ostia en funciones oficiales, así Mesalina entró en delito evidente cometiendo bigamia.

 

Fue un movimiento demasiado audaz, incluso para una persona condescendiente como Claudio. Sus asesores dispusieron su ejecución y no la dejaron llegar a Claudio para implorar perdón. Existía la idea de que Silio se había casado con ella, intentando proclamarse Emperador, pero esto nunca ha sido corroborado ...

 

 

 

 

Mesalina no saldría con vida del escándalo; los libertos se aseguraron de ello.

Sin embargo, varios hombres también morirían después de la boda en el campamento pretoriano, aunque ninguno fue acusado formalmente de traición, se suponía que tambien habían cometido adulterio con Mesalina  (Fagan 2002, p. 574).

 

No es sorprendente que Cayo Silio estuviera entre ellos, al igual que el ex pretor Juncus Vergilianus, los equites Titius Proculus y Sextus Traulus Montanus, Decrius Calpurnianus (prefecto de los vigiles), Sulpicius Rufus (procurador de una escuela de entrenamiento de gladiadores), el médico Vettius Valens, Pompeius Urbicus, Saufeius Trogus, y finalmente el actor y amante de Mesalina, Mnester.

 

 

Epílogo

Tras la ejecución de Mesalina, Claudio se casó con su propia sobrina, Agripina la menor, quien ya había tenido un hijo con Domicio Ahenobarbo, o sea Nerón, e hizo complot para que su hijo fuera Emperador, a la muerte de Claudio.

El emperador Nerón, gracias a los asesinatos y conjuras de Agripina,  sucedió a Claudio en el año 54.

Se casó con la hija de Mesalina, Claudia Octavia, y la hizo matar unos años más tarde. Nerón también organizó el envenenamiento de Britanicus, el único hijo de Mesalina y Claudio.

Así Mesalina y sus hijos desaparecieron para siempre del teatro político romano.