Hay fiestas, celebraciones, que nos hacen bailar mariposas en la panza en lo que nos acercamos a la fecha, y hay otras que provocan mariposas, pero ya conservadas en formalina, y eso es malo para la panza, por lo que te dan hasta agruras de pensar que hay que ir.
No me tilden de anti social, de hecho, no juego en esa liga. Hay algunos eventos sociales que disfruto y otros que me causan contracción del esfínter.
La tía que ya compró zapatos nuevos en París, me da el pasaporte al llegar al aeropuerto de Orly, y se mete al bar a clavarse una de Saint Denis esta vez …
Como lo primero que nos enteramos, es que si armamos un buen grupo, nos sale más barato, o nos regalan dos pasajes (el mío y el de mi mujer por ejemplo) empecé a reclutar gente con la decisión de viajar afuera a turistear.
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Sabés por qué ? – lo encaró Amalia – sabés porque no vamos a hacer el amor ? Porque no me ayudaste a lavar los platos … y me lo prometiste.
A diferencia de la mayoría de las personas que entienden idiomas pero no los hablan, a mí me sucede al revés con el portugués, que lo hablo pero no lo entiendo.
Existe un lugar donde existo
morada donde no moro
habitación que no habito
donde no soy
donde no vivo
lugar en el que
a fuerza de convocar la corriente
de la memoria
naufrago en el río del olvido.
De todas las cosas estúpidas que he hecho en mi vida… ésta debe ser la peor.
Mis hijos, de vacaciones y dedicados al ocio, con sobredosis de TV (Grande Cerati !), al llegar a casa, tarde en la noche y agotado, me reciben con la pregunta …