“Me deprimo, primo …” me balbuceaste al cel, y yo que soy tu primo, tu amigo, vine tan pronto como pude. Calma, Alma.
Esta es la nonagésimo séptima noche de un universo aproximado de 4000 noches y contando, que las yemas de mis dedos tratan de llegar al puerto de tu piel, en estas madrugadas frías y húmedas, cuando un abrazo es refugio, cuando una caricia abriga y amiga … sin éxito.
Mi nombre es Horacio, 30 años, soltero, soy partidario ferviente de que cada quien adore al Dios que le dé la gana, aunque les advierto a todos, que no pierdan su tiempo, porque el único Dios verdadero es el mío …
Resulta que se han confabulado, varios aspectos, para que los zombies o muertos vivientes, que antes nos mataban de miedo, hoy sean objeto de devoción casi aspiracional.