Lo peor del 2020, es que todos estamos plenamente convencidos, que por ser año fatídico, el 31 de diciembre termina, y el 1 de enero, ya amanece un año espectacular …. No no no …
Es complejo, más en un país como el nuestro, donde por lo general nadie se hace cargo de nada y la culpa siempre la tiene el otro. (o “los otros” en el caso de política)
Jamás he sido partidario, y más bien combato, las famosas teorías de conspiración, como Historiador, siempre prefiero el techo medido en términos absolutos, visto objetivamente y nunca, subjetivamente, o sea sacando conclusiones, producto de especulaciones propias …..
“No me miren de frente sino tangencialmente, soy un diputado, un quirite al decir del Antiguo Senado Romano, ocupo una curul tal como en épocas del gran Cicerón cuyo ejemplo me motiva …
aunque su austeridad, ejem, no la imito.
Brasil era una naciente potencia futbolística de América Latina, de segundo orden, detrás de Argentina y Uruguay, pero con un auge de la industria cafetalera tan grande, que prometió construir “el estadio más grande del mundo” (Maracaná 200 000 espectadores) y que con esa promesa logró fácilmente la sede del primer Mundial de Post Guerra.
Resulta que se han confabulado, varios aspectos, para que los zombies o muertos vivientes, que antes nos mataban de miedo, hoy sean objeto de devoción casi aspiracional.