Sísifo era el hijo del dios Eolo, dios pagano del viento … o de los ventosos nunca quedó claro y fue rey de la misma ciudad que él mismo fundó, Corinto.
Fue clase de Rey, siempre destacó por su gran ingenio a la hora de gobernar. Mandó construir unas murallas alrededor de Corinto e hizo que todos los viajeros tuviesen que pagar por pasar por esa ciudad, o sea en un flechazo, se inventó los peajes y empezó con eso a crear impuestos … Corinto comenzó a enriquecerse.
Contaba con muchísimos rebaños de ganado en su ciudad y como vecino tenía a Autólico, quien tenía el beneplácito del dios Hermes, el que le había otorgado el poder de convertir los toros en vacas y pasarlas del color blanco a rojo, con lo que el verdadero dueño del ganado nunca encontraría sus reses, a pesar de estar frente a él o muy cerca, por lo cual … igual que muchos cuatreros de los que operan en el Oriente del país, empezó a hacer plata con las vacas ajenas … cuatrero, además el fue el que introdujo el método de cambiarle los colores a las vacas parlamentarias del Congreso, para lograr la mayoría del poder.
Cuando lo tuvo, desplazó a Sísifo, se quedó con su ganado y lo desterró lejos, cargando una enorme piedra, que tenía que subir pendiente arriba y volver a bajarla … para volverla a subir.
El lugar de destierro fue San Salvador.
Sísifo, hombre sabio, no encontró desagradable el nuevo lugar …. Solo que bastante superpoblado, el tráfico era una desgracia, más para un fulano que andaba rodando una enorme piedra y no hallaba como abrirse espacio en el Bulevar Venezuela, cuesta arriba.
- Hey maestro!! – le gritaron unos jóvenes en una esquina – le ayudamos con la piedra?
- Siiii – dijo Sísifo, creyendo que lo iban a ayudar a rodarla por la calle, nada, le vendieron piedra de “Crack” (coca, detergente y kerosina trasegado) y le cobraron 5 dólares.
Poco a poco, Sísifo vio cómo sus fuerzas iban menguando y comenzó a sospechar de que algo extraño pasaba, cuando le tocó subir el triple paso a nivel de la Venezuela, cruce con la 49, la piedra casi no cabía en el carril de juguete, armó una trabazón de San putas, y cuando casi llegaba al tope, la piedra se le vino encima, y pasó arrollando a Sísifo, dos carros, una motocicleta, tres policías de tránsito que estaban chateando, ahí se armó, mas que la casa la mansión de Puxxs … la aseguradora no podían hacer nada, la Policía le echaba la culpa a la Piedra, Sísifo paró inconsciente y golpeado en el Rosales, tirado en una colchoneta en el pasillo, nadie lo conocía y no portaba documentos.
Ante tal situación, Autólico envió a su hija Anticlea a San Salvador para que pudiera enamorar asolapadamente a Sísifo y que tuviera hijos con él para heredar su título de Rey de Corinto y su inteligencia y astucia para poder lucrarse posteriormente con el ingenio de los hijos de su hija.
Anticlea apareció en transformación de enfermera del Rosales y era la única que le paraba bola al pobre Sísifo, lo curó, lo trató con cariño y esmero ante la indiferencia de todas las enfermeras y médicos, le consiguió medicinas en un hospital donde no había, lo ayudó en el juicio posterior, donde la Justicia Salvadoreña, siempre tan sabia, lo declaró inocente y condenó a la piedra.
Antíclea lo ayudó a recuperar la piedra en Changallo, y Zeus, que protegía a Sísifo les regaló una casita en la subida a los Planes. Ahí se casaron y no vivieron felices …
Conforme a la tradición nacional, Antíclea con el tiempo se convirtió en la antípoda de aquella esposa tierna y se volvió … un ogro … le hacía le vida imposible a Sísifo, que sacara al chucho a orinar, que buscara trabajo, que dejara de tomar, que cual era la clavazón con la piedra, que que tenía la tal roca que no tenía ella …
Zeus lo recriminó …
- Si serás pasmado, no te das cuenta que ésta es la hija de Autólico camuflageada … hoy te queda soplártela el resto de tu vida, por bruto!
Y entonces Sísifo fue condenado a subir con la enorme roca a lo alto de la Puerta del Diablo y cuando ésta estaba arriba se caía, con lo que ese era el destino de Sísifo …
… repetir una y otra vez lo mismo durante la eternidad.
No dudé en ningún momento que fuera a ser así, que cuando Rizolli pitara el final de la final del Mundial, Alemania campeón y chau chau …íbamos a voltear nuestros ojos al mundo real.
Buenos días Don Benito, lo vengo a visitar … no se asuste, me recuerda verdad ? Se acuerda de mí? Cómo? Bueno mi aspecto no es el mejor, dada mi condición, mi cara le resulta difusa … tantos hombres sin nombre.
En el ángulo noroeste de mi habitación, en diagonal a mi cama, hay una cámara de vigilancia de marca Panasonic. Es negra y persistente como un remordimiento; sigilosa y entrometida como una suegra que sospecha algo; memoriosa y tosca como una elefanta.