Jamás he sido partidario, y más bien combato, las famosas teorías de conspiración, como Historiador, siempre prefiero el techo medido en términos absolutos, visto objetivamente y nunca, subjetivamente, o sea sacando conclusiones, producto de especulaciones propias …..

Pro resulta, que el hecho, adquiere valores objetivos desde el momento en que el actual Presidente de USA, desclasifica 3 000 documentos, guardados en la CIA, que debieron abrirse en el 2013, para conocer más datos sobre el asesinato de John F. Kennedy. En medio de esos documentos, salta el Führer se habría cambiado el apellido y se hacía llamar Adolf Schrittelmayor … en Colombia.

La historia comienza en su mismo final

El 30 de abril de 1945, mientras las bombas caían sobre Berlín, Adolf Hitler y Eva Braun se quitaban la vida ocultos en un búnker ante el imparable avance de las tropas aliadas sobre la ciudad. Comenzaba a escribirse así el final de la Segunda Guerra Mundial y, a la vez, uno de los mayores misterios de la historia del siglo XX.

Hay teorías alternativas de la conspiración que apuntan a que el líder nazi no murió en Alemania, sino que escapó a Sudamérica volando en un avión comercial de Lufthansa hasta la Barcelona de Franco, para luego zarpar en un submarino español hacia la Patagonia, haciendo escala en las Canarias.

De hecho, habría adquirido una muy solitaria mansión, solo alcanzable por lancha, a unos sesenta kilómetros de San Carlos de Bariloche (Argentina).

Con esta historia, hicieron pisto a lo loco, escritores, History Channel, cien mil seguidores de la teoría de la conspiración bla bla bla ….Sin embargo, desde la desclasificación de los documentos existen pruebas nada despreciables que respaldan esta crónica alternativa del final del Führer, un informe de la CIA que al menos confirma que la agencia estadounidense de inteligencia investigó la supervivencia de Hitler y su paso por Colombia.

Fue un confidente de la CIA quien aseguró que aquel año (1954) el Fürher residió en la ciudad de Tunja, en la provincia de Boyacá, y que allí mantenía contactos con antiguos soldados nazis también establecidos en la zona.

Según se recoge en estos papeles, un agente de la CIA, con nombre clave Cimelody-3, “fue contactado el 29 de septiembre de 1955 por un amigo de confianza que sirvió bajo su mando en Europa y que actualmente residía en Maracaibo". Este amigo “declaró que durante la última parte de septiembre de 1955, Phillip Citroen, un ex soldado de las SS alemanas -que se encontraba en esta ciudad colombiana-, le dijo confidencialmente que Adolf Hitler todavía está vivo", reza el documento.

 

Citroen dio a conocer este dato porque ya “habían transcurrido diez años desde el final de la Segunda Guerra Mundial, (por lo que) los Aliados ya no podrían enjuiciar a Hitler como criminal de guerra, el delito había prescrito”.

Este archivo, de tres páginas, no fue microfilmado hasta el 26 de julio de 1963, ocho años después de que se recopilara la información.

Entre otras confesiones, Citroen señala que el Führer dejó Colombia para marcharse a Argentina en enero de 1955.

La CIA, no se la traga

Hay que recalcar que los informes denotan el escepticismo de la CIA sobre la supuesta supervivencia de Hitler y que, a falta de que se pudieran desclasificar nuevos documentos, EEUU no llevó a cabo una corroboración.

La CIA negó el documento, aunque hubiera salido entreverado, de sus archivos. En escueto informe dice que “la derecha mundial, necesita mantener con vida la figura del Nacionalismo alemán”.

Abel Basti, historiador argentino, aporta incluso más datos sobre dónde permaneció el Fürher. Según sus investigaciones, se alojó en un hotel llamado Residencias Coloniales de Tunja, ciudad situada a 130 kilómetros de la capital, en la que existía una comunidad alemana muy importante que, supuestamente, incluso hacía el saludo nazi cuando pasaba el presunto Hitler.

Según Basti, el líder nazi recaló en Sudamérica en los años cincuenta después de llegar en un submarino, con 56 años y en buenas condiciones físicas y mentales, acompañado de Eva Braun.

Iba a misa Hitler ?

De su paso por Colombia, también destaca que el Fürher vivió en Bogotá, en el barrio Teusaquillo, según testimonios de varios vecinos, que iba a misa y se movía en un Mercedes Benz con chofer, del que se se bajaba a las puertas de su casa.

Hay serias dudas sobre la huida a Barcelona en 1945, con salida al año siguiente hacia la Patagonia en submarino. “Por qué entonces no se quedó en la España de Franco, donde hubiera encontrado protección, en lugar de irse a Sudamérica, que estaba llena de cazadores de criminales nazis.

Y si estaba escapando, por qué en 1954, en esa foto de la CIA, tiene la misma apariencia que en 1945. Lo lógico sería no llevar el mismo aspecto ni bigote. Además, si estba escondido en Colombia, por qué sólo se cambia el apellido y no el nombre. Y por qué iba a viajar en Mercedes a la vista de todos”, se pregunta el historiador colombiano Jorge Guerrero, que no obstante admite la posible existencia de personajes como Citroen. “De hecho, la compañía del ferrocarril de la zona era de Bélgica, por lo que había muchos europeos que llegaban y que podían hacerse pasar por belgas”, expone.

Las dos hijas de Hitler

En 2011, Gerrard Williams y Simon Dunstan publicaban “Lobo gris: el escape de Adolf Hitler”, en el que sostenían, a partir de entrevistas a supuestos testigos oculares, que el dictador vivió 17 años en Argentina, donde tuvo dos hijas con Eva Braun.

“Hay muchas teorías y pocos indicios creíbles”, insiste Guerrero, que apunta a que esto se debe en parte a que la muerte de Hitler no pudo ser comprobada independientemente.

No en vano, la versión oficial sostiene que tras el suicidio, sus leales incineraron su cuerpo y el de Braun, aunque no pudieron completar la cremación. Los soviéticos se hicieron con los restos, aunque no desvelaron dónde los depositaron, usando convenientemente la teoría de la fuga como arma propagandística durante la Guerra Fría.

No fue hasta 1970 cuando, supuestamente, los rusos terminaron de quemarlos y arrojarlos al río Biederitz.

Ya con la disolución de la URSS se intentó apuntalar la versión oficial y atajar las alternativas, aunque ya era tarde.

Hitler, o al menos su mito, llevaba 45 años viviendo en Sudamérica …