Somos los tristes escombros que dejó el alud
despojos de lo que fuimos
y quizás nunca
volveremos a ser
Cuando solíamos ser
luz …
territorio común
arcabuz
contra las nostalgias
desgracias
acrobacias
de la vida diaria …
Los recuerdos
como trenes de carga
me golpean …
Y son trenes de muchos
vagones
canciones
traiciones …
demasiados, muchos vagones ...
Y a pesar de que te rogué
que no te fueras
para mantenerte conmigo
mejor haberte tenido y perdido
que nunca haber tenido nada
Estábamos persiguiendo estrellas
a través de las carreteras del país
dos piezas imperfectas
dos parias
desprovistos de todo y de nada
Con nuestros dedos entrelazados
nuestras manos nos daban seguridad
que nunca fue cierta
siempre tan vacía y sin certezas tu …
siempre tan pragmático y sin temores yo …
Aún y cuando
volvimos a ser dos parias
cada uno mendigando
en una acera diferente
de frente
porque yo te veo mirándome
y tu ves que te veo mirándote …
ninguno se anima a cruzar
… y sin embargo, lo haría todo otra vez
si la vida me diese oportunidad …
Esa es la principal característica de las pilas. Que son como el papel higiénico, las toallas sanitarias, o como la paciencia de las madres; solamente nos acordamos de ellas cuando se acaban y no tenemos ninguna a la mano. Tú estás escuchando tu walkman lleno de felicidad y de repente Justin Bieber se convierte en la Just In and not Sober: se oye cantando como borracho de cuneta.
Bien lo decía aquella canción de Johnny Ventura, cuando contaba que una pareja, para comunicarse si tenían o no “ganitas de aquello” pitaban … hasta que se ponían de acuerdo si si o si no … “Pitaste?”.
“Mire Juventino … no le voy a mentir, el suyo es un caso extraño, pero no es único en el mundo – me sentenció el Doctor Escalaffonius – hay una bacteria asociada al problema … Pirrindunguis Nupcialis que se activa como un caso de alergia al contraer nupcias.