La cita del Libro de los Hechos de los Apóstoles me parece ideal para estos días gloriosos que nuestro país vive … la Beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
Oscar Arnulfo, el de Ciudad Barrios
Del Oriente árido y caluroso, de tierras cálidas y hermosas, habría de nacer nuestro Santo.
En el transcurso de su infancia, en ocasión de una ordenación sacerdotal a la que asistió, Oscar habló con el padre que acompañaba al recién ordenado y le manifestó sus grandes deseos de hacerse sacerdote
Estudió con los padres Claretianos en el Seminario Menor de San Miguel desde 1931 y posteriormente con los padres Jesuitas en el Seminario San José de la Montaña hasta 1937. En el tiempo que estalló la II Guerra Mundial, fue elegido para ir a estudiar a Roma y completar su formación sacerdotal y seguramente su elección se debió a la integridad espiritual e inteligencia académica que ya había manifestado en el seminario.
Completados sus estudios, ordenación y distintas etapas en la jerarquía eclesiástica, funge como auxiliar de Monseñor (Chávez y González) González y Chávez, Arzobispo de San Salvador; a su retiro canónico en febrero de 1977, Monseñor Romero es elegido Arzobispo Metropolitano.
Esta elección no estaría exenta de tires y aflojes internos en la Curia, dado que la facción más conservadora de la Iglesia, se decantaba por la figura de Arturo Rivera y Damas, quien sería su sucesor después de aquel fatídico 24 de marzo de 1980.
La figura de Romero, ya caminaba, apegándose a la Palabra, por el filo de la navaja de las aguas abiertas en el océano político salvadoreño de los 70´s … época de extrema sensibilidad.
La Iglesia de los Pobres
En 1977 Monseñor Romero afirmó en una de sus homilías “La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación”.
Cuando Monseñor Romero, se proclamó a favor de la Iglesia de los Pobres, como una “suavización” de las conclusiones del Encuentro Latinoamericano de Sacerdotes de Medellín, Colombia en agosto de 1968, que proclamaba términos de la doctrina Social Cristiana y fue cada vez, radicalizándose más, estaba hablando exactamente de lo mismo que hoy habla el Papa Francisco, de la Iglesia Católica que cambiaba sus rígidas normas con las citas a la encíclica Rerum Novarum de León XIII, con el II Concilio Vaticano, con Juan XXXIII y se abría a formas de Iglesia incluyente, de la que Jesús pregonó …
Una Iglesia para calzados y descalzos, patronos y trabajadores, liberales y conservadores, parias y brahmanes, letrados y analfabetas … y como el Buen Pastor, cuidaba su redil, su rebaño, de que cesaran de matar a sus ovejas, y buscando esa consigna, fue que él mismo se encontró con la muerte,
Esa Iglesia, templo, comunidad universal de los pobres que el Beato Oscar Arnulfo Romero, desde el cielo en marco de santidad, sigue deseando para esta Patria nuestra por la que tanto luchó, arengó y proclamó la palabra del Señor …
… es la razón por la que tenemos un Santo Salvadoreño, en el cielo.
Así que si vienen a cuestionarnos, “Hey salvadoreños, que hacen ahí parados, mirando al Cielo ?”, simplemente respondamos ..
…. esperamos el mensaje de nuestro Buen Pastor, nuestro Obispo Mártir, Nuestro Beato, Nuestro Santo, hombre de Iglesia sin bandera y sin panfleto …
… para ver como unimos este país, su país … nuestro país.
Les aseguro que pude hablar con ellos. No me creen ? Yo tampoco, pero imagínenlo…
“No les estoy pidiendo que me regalen dinero … les pido que me pongan donde haya”- el popular chascarrillo en foros políticos, no deja de encerrar un manto de verdad.
Los hermanos Wright
Con razón o no, Wilbur y Orville Wright han pasado a la historia como los inventores del avión, un artilugio que cambiaría el rostro de las relaciones internacionales, la guerra, el comercio y el turismo.