Un día Jacob … se acuerdan de Jacob verdad? Aquel que allá por los albores del Génesis ( y no la banda de Peter Gabriel y Phil Collins) tenía doce hijos varones …
Pues resulta que lo que el Génesis no atestigua, es que formaban un equipo de fútbol de cuidado, los Jacob´s Old Boys (previo al Newell´s Old Boys de Messi), que solía ganar todos los torneos de aquellos terruños que después se llamarían Israel.
Eran increíblemente buenos, el mejor de todos era José que jugaba de lateral derecho, número “4”, con una solvencia en la defensa que lo convertían en el preferido de Jacob, que además de padre, era el DT del equipo.
- Como? – me van a decir ustedes – que el fútbol no lo inventaron los ingleses?
Naaaa … esos son cuentos chinos, desde la época de los primeros pueblos mesopotámicos la chimbomba ya rodaba en el desierto, claro, no era chimbomba, eran vejigas de cerdo infladas, que al cabecear, muchas veces se reventaban y aquello era una asquerosidad … pero bué.
El asunto, volviendo a los hermanos de José, es que tenían una envidia terrible, porque uno siempre banqueaba, pero José siempre era titular.
Decidieron hacer un plan muy malvado.
Un día, Jacob, mandó a José a que visitase los campos donde sus hermanos apacentaban ganados. Pero no bien llegó José, a quien poco estimaban los otros porque mientras ellos trabajaban él se daba la gran vida dando entrevistas y saliendo con presentadoras de televisión, lo atraparon y resolvieron venderlo.
Así lo hicieron a un club de fútbol egipcio, que pagó por el veinte monedas de plata … lo contrató como alero. Para engañar a Jacob, los hermanos empaparon la camiseta de José en la sangre de un cabrito y la mandaron al padre diciéndole que había muerto en un atraco. Así ya solo quedaban 11 y ninguno tenía que banquear.
El pobre Jacob lloró amargamente porque estimaba mucho al cabrito y, descubierto el vil engaño por el anuncio de un ángel, montó en cólera y pidió una participación en el precio de venta, por aquello de los derechos de formación, así que el pase de José, alcanzó a subir al 15 por ciento, con descuento por pronto pago y comisión de agencia.
José comenzó jugando con buena suceso en el Potifar FC, pero al poco tiempo de llegar, la esposa del dueño del equipo lo vió “bastante cute” y se lo quiso llevar a su habitación a tener “chaca chaca together”, pero José que era casto y Doncello, le dijo que no …
La esposa del dueño del equipo, rechazada y despreciada, convenció a la barra local, y en el siguiente partido contra los Cococdrilos del Nilo FC, cada vez que José tocaba le pelota la tribuna gritaba …
“Puuuutooooooooo” - como que fueran mexicanos, que por cierto, todavía no los habían descubierto.
Desempleado y sin equipo, se dedicó a varios oficios poco decorosos, como abogado, diputado, e interpretador de sueños…
Un día le interpretó los sueños a un señor bastante bien vestido y calvo, que resulta que era el Faraón, éste quedó muy agradecido y lo fichó para su equipo Zafnat Paneaj FC donde tuvo mucho éxito, volvió a su posición de lateral derecho y fue convocado a la Selección de Egipto.
Vinieron siete años de abundancia para José y todo Egipto, tanto así que de Canaán, un día aparecieron diez de sus hermanos a fichar con un equipo de tercera división a cambio de un saco de trigo.
Ellos no reconocieron a José, José si los recordó inmediatamente, les llenó de trigo sus alforjas y los mandó de caza talentos a Canaán, para mejorar el fútbol egipcio, ahí se reconocieron todos y se abrazaron como buenos futbolistas hipócritas que eran.
Le avisaron a Jacob su padre, que se dejó venir y crearon la corriente migratoria desde aquellas tierras a Egipto …
Jacob montó un restaurante al que llamó «El sopón caliente». Después lo vendió y compró tres buses de ruta 101 D, los que terminó canjeando por el que vino a ser, finalmente, el más lucrativo de los espléndidos negocios que emprendió a lo largo de su vida: una empresa para financiar el viaje de gente de aquellas tierras de donde venían hacia Egipto … se hizo “coyote” pues …
…empezaron a venir tantos y tantos, que el descendiente del Faraón tuvo que mandar a construir un muro para que ya no pasaran …
… pero esa es otra historia.
Un día observando por la ventana notó varias estructuras de hierro en color rojo y blanco, parecieran árboles multiplicándose a corta distancia, es una invasión de estructuras de metal muy altas; le pareció extraño, ahora dichas estructuras se combinaban con el paisaje o mejor dicho pasaban a formar parte del paisaje pero de una manera rápida e impuesta, no se adaptaban a las normas de proyección de la ciudad, aparecían y crecían a diario, las estructuras se adaptaban con el cotidiano vivir de las personas.
A pesar de que esto es un blog (biolog, o sea block personal) son muy contadas las ocasiones en las cuales, escribo acerca de mi ….
Básicamente por nada, por daños o fallas del producto vendido, por imperfecciones derivadas del mal manejo de cajas, contenedores que traían el producto y al abrirlo usted en casa, le salió una soberbia cochinada.