Soy caníbal, a mucha honra, tal como lo han sido mis antepasados, abuelos, padres pertenecientes todos nosotros a la tribu Zambembe ubicada al sureste del Senegal.
Caníbales a medio tiempo, digamos, cuando se nos terminan los venados, y la competencia con los tigres y leones está cada día más jodida, comemos carne humana, básicamente porque el fast food no ha llegado a estas latitudes, no nos cubre el área de servicio de delivery y no nos queda de otra, que agarrar a un turista desprevenido cada dos por tres y mandarlo a la cacerola.
Cuando el jefe Zombaiba me mandó a que probara la víctima para el almuerzo, que era una Dra. que había sido capturada en las inmediaciones mientras trataba de ver la factibilidad de fundación de una clínica de medicina familiar en el área, fui, sin expectativa alguna, a cumplir con mi trabajo.
Entré, y te vi, muerta de miedo, pero radiante, te habían dejado encerrada en una choza con vigilancia y yo simplemente tomé tu brazo, te quité la manga de la blusa, pasé mi lengua a lo largo de todo el mismo, estaba a punto de decir mecánicamente que sí, que el producto era comestible, cuando tuve una sensación celestial, diferente, en mis papilas gustativas, lo que me llevó a recorrerte otra vez y otra vez, y me ensimismé en ese proceso...
Cuando te vi a los ojos, tenías mucho miedo y me mirabas, pero yo pude notar que estabas estremecida y eso resaltaba en el pecho de tu blusa, por lo que te miré, y ya que no entiendo el dialecto que hablas (spanish or english) y sólo conozco mi dialecto original, sólo te traté de decir con la mirada, que todo estaba bien, que no tuvieras miedo, que de ninguna manera ibas a ser almuerzo ... que habías llegado a la tribu con propósitos mayores.
Tal vez me entendiste, porque me pareció que te relajabas.
Acto seguido, me dirigí a la entrada de la choza donde estaba Jongonio, el vigía... y lo distraje diciéndole que me fuera a averiguar si el agua de la cacerola ya estaba caliente...
En ese momento te tomé de la mano y salimos huyendo hacia una cueva que yo tengo vista, y nadie más conoce, había que correr rápido, y te cansabas, y yo te animaba a seguir, a correr, y te tomé entre brazos, pero cuando vimos que nadie nos seguía y estábamos lejos ... se aminoró el paso y fue más fácil.
Caminamos dos horas y media pero llegamos, y creo que te gustó el lugar, internándote entre el follaje y la cueva, hay un río subterráneo de agua muy clara, donde el sol ilumina y calienta desde el mediodía hasta la tarde y luego puede verse la luna.
Yo, acostumbrado a mi estado salvaje, me metí en el agua, la falta de cortesía de mis genes de caballerosidad, no repararon en que no te invité a hacerlo, pero estabas más tranquila, y entraste también...
Y quise seguir teniendo esa sensación de tu piel, y tomé tu brazo, y seguí lamiendo como había empezado, pero tú, más urbana, me llenaste de agua de un chapuzón y tomaste mi cara con tus manos y me enseñaste a besar, y fue lindo, y fue suave, y me gustó, y me permitiste acariciarte, y suavizaste mis modales pseudo bárbaros y
me permitiste recorrer con mis besos todo tu cuerpo, y nuestros cuerpos reaccionaron gratamente a las caricias y sensaciones, y el agua estaba limpia y tibia ...
Y estallé...
Estallé entre tus brazos y fuimos y fui, pero quise más de ti, de tu cuerpo, y entré en el con la mezcla de candidez e ingenuidad característica, hasta no dar más...
Y tú te recostaste sobre una alfombra de musgo, mientras yo seguí besándote, y besándote...
Y fue ahí... ahí ...con mi lengua ensimismada entre las hojas exquisitas de tu cuerpo …
que descubrí que todo lo que quiero en la vida
… es ser vegetariano ...
Recibí el mail y me sorprendí, traía el sello de la Presidencia de los USA, y venía en correctísimo inglés.
Mientras Batman celebra su 83 aniversario en los cómics y el entretenimiento, dándole órdenes a Robin y Alfred sobre lo que deben hacer (para eso les paga) deberías imaginar que está orgulloso de todo lo que ha logrado (si Batman fuera uno que se permitiera sentir algo tan autocomplaciente como el orgullo).
De lo que no estamos muy seguros, es si Pablito se habrá dado cuenta del desbarajuste que con el clavo clavado … nos clavó!