Bien recuerdo, una noche en una camastrón gigante de los que había en casa de mi abuela, 9 o 10 años, no podía dormir, y me dio por calcular que edad iba a tener cuando llegara el Siglo XXI.

“Voy a tener 38 años-pensé- voy a ser un anciano, pero que feliz voy a ser entonces”

Soñaba fechar mis cuadernos con años que empezaran con 2, tener las patinetas voladoras de Michael J. Fox, pasaría vacaciones en la luna, todos volaríamos en helicópteros personales, se habrían superado todas las enfermedades, ya no iríamos a la escuela porque aprenderíamos todo con alambres en la cabeza, se habría casado mi Tía Enriqueta que pintaba para solterona (aunque yo la veía con un sex appeal extraordinario, aunque no sabía que quería decir sex appeal) y yo me casaría con una vecina mía, divina de trenzas, morena de ojos claros, trenzas y frenos, y tendríamos ya 11 o 12 hijos.

Y aquí estoy, 15 años pasados el Siglo XXI, con 52 años y para nada un anciano, no fecho cuadernos con 2 porque todo se hace en PC, no han aparecido las patinetas voladoras, nadie vacaciona en la luna ..no hay resorts para tal efecto, solo unos 4 o 5 tienen helicópteros personales y el resto morimos en el tráfico nauseabundo de San Salvador o peor …esperando que funcione el SITRAMSS, me pusieron alambres en la cabeza solo para un electro encefalograma para ver si había enloquecido … no, todavía no, Tía Enriqueta murió solterona aunque llegó ante el altar con un su novio que apareció de pronto (Bruno) pero no se consumó el matrimonio, porque en medio de la ceremonia mi tía le encajó un trompón al sacerdote que fue a darse de cabeza con el confesionario y se suspendió (nadie supo por qué, Tía Enriqueta desapareció como 5 años después del incidente) … y yo me casé con otra morena, una que ni siquiera había nacido, ni nacería hasta 8 años después de mis cavilaciones en la cama de la casa de mi abuela (de hecho mi vecinita se casó, años después, en país extranjero, con otra mujer).

Es más hoy, recordando hoy aquella época pienso: “Que feliz era yo entonces”.

No tuve 12 hijos, tuve 3 y suficiente, antes de casarme, pasamos por cursos bíblicos, con aquello de “vencer las tentaciones, haciendo como en tiempos bíblicos”, así que leí el “Cantar de los Cantares” donde aparecen frases sobre el acto en sí, tales como:

“Esposa: Mi amado introdujo por el agujero su llave, y mis entrañas se estremecieron por él.

Esposo: Tu ombligo es ánfora donde no falta el vino, madrugaremos para ir a las viñas, y ahí te daré mis amores …”

Nada que ver con la realidad …

Esposo: Entonces mi amor? Lo hacemos ? Ya van dos meses y medio …y vieras que ….

Esposa: Ay no ! Me duele la cabeza …

Esposo: Es por la manía de andar con el manos libres del celular hablando todo el bendito día, quitátelos por lo menos cuando te hablo …

En realidad, prefiero los tiempos bíblicos.

Una noche de éstas, sin embargo, los oídos le funcionaron bien en plena madrugada, me despierta y me dice …

-          Despertate …oigo ruidos, hay ladrones !

-          Deben ser los ratones …

-          No ...andá a ver, que no me quedo tranquila …

Agarré mi viejo bate de béisbol, caminé con una lámpara y me encontré, en efecto, un fulano, pequeño, joven … con la ventaja, me le fui encima, de un batazo en las piernas lo tiré al suelo y lo reduje, mi esposa que venía atrás, enciende las luces y empieza a llamar al 911.

Lo miro fijamente, me mira con cara de pánico, debe tener unos 20 años …pero muy flaquito …

-          Dejeme ir, disculpe, no sabía que era su casa, robo por necesidad, ni armas llevo … ni tatuajes, quería llevar algo de comida a casa … para mis niños … déjeme ir antes que venga la policía … no he tocado nada.

Lo miro en silencio …con lástima y furia acumulada …

-          Además, no va a querer usted, meter preso a un pariente … - me decía jadeando.

-          Pariente ?

-          Yo me llamo Mauro, soy el hijo “secreto” que el Padre Mario tuvo con su Tía Enriqueta … mi madre, que le pegó a mi padre en plena misa …

-          Hijo de Enriqueta … y el Padre Mario ?

Empezaban a oírse de lejos, las sirenas de la policía.

-          Dame una buena trompada y salí corriendo, ándate por el solar que ya viene la policía – le dije.

Y con la furia de los tiempos acumulados, me encajó un manotazo en la cara que me volteó de verdad y salió huyendo, oí los gritos de mi esposa y me quedé tirado en el suelo.

El misterio quedaba resuelto … pero nunca le dije nada a nadie.

…y esto es el Siglo XXI.

 

 

 

(Nota: Todos los personajes son ficticios).