Ahora bien, en la búsqueda del lugar perfecto, déjeme decirle que las playas son muy similares a los parques en muchos aspectos. En los funcionales son iguales, en eso no hay diferencias, esas hay que buscarlas en otras cosas. Un aspecto diferenciador entre la playa y el parque es que para poder ir a la playa es necesario un medio de transporte. Para llegar a un parque solo tenemos que caminar un ratito y pedirle a San Pancracio de las Guamas Cargadas que no nos roben en el camino …

...  y enseguida teníamos a nuestra disposición un montón de discretos lugares llenos de hierba, piedrecitas, barro y animales de distintos tamaños y nefastas intenciones. En la playa, además hay arena.

La playa, es amplia, y en días de semana, la adorna esa soledad para la práctica de “esas cosas”. Un problema es la arena...en cuanto te das un revolcón te estás sacando arena una semana de los lugares más inverosímiles del cuerpo. Incluso de ese, ese mismo lugae en concreto, que no se utilizó para nada en “esas cosas”, por lo menos el tuyo.

Te ibas con tu noviecita a la playa y al día siguiente tu madre te regañaba (como se enteran de todo nuestras nanas??) :

-          Que hacías anoche en la playa?" y tu que te quedabas a cuadros

-          Yo? en la playa...anoche...cómo te has enterado? Y ella que te contestaba:

-          Pues además de toda la que ha quedado en la almohada, has dejado en la tina, arena suficiente para regenerar una playa entera ... lo que no entiendo es lo del alga … que hacía en el lavamanos? – reclama tu madre.

Recien ahí te explicás eso húmedo que sentiste toda la noche en la entrepierna.

La playa es un lugar muy romántico. A algunas chicas les gusta quedarse mirando la luna reflejada en el mar. A otras lo que les gusta es el sonido de las olas rompiendo en la orilla. A otras les encanta sentir la brisa marina envolviéndoles el cuerpo, eso me lo dijo una mientras se arropaba con mi camisa y yo temblaba de frío a su lado. A otras les atrae el olor del mar. A una en concreto le gustaba quedarse observando las evoluciones aéreas de las gaviotas … y a uno lo que le gusta … requiere previamente la contemplación de todos esos fenómenos para llegar … a lo básico.

A las playas también se iba en grupo, en parejas, varias parejas, y en esas vueltas, buscando un poco de privacidad uno terminaba tratando de hacer “esas cosas” en el mar, claro que a eso de las dos de la madrugada … había que andar con cuidado, podías caer en una revolcada de una ola no vista de noche, perdiendo la novia y por ende el “chaca chaca”, después del susto por casi ahogarse, ninguna señorita quiere “reiniciar esas cosas”.

Es lógico, todos revolcados por la tumbazón, magullados, queriendo buscar la blusa que el mar le arrancó, lo único que quiere es volver a casa … al ungüento, para las heridas y ponerse a buscar esos jodidos granitos de arena que se quedan en los lugares más específicos y pueden producir consecuencias irreparables.

Un amigo alguna vez me recomendó un ascensor ... pero era un "rapidín" demasiado "rapidín" ...

Otro de los lugares usados para “estas cosas” de las que estamos hablando es el carro, pero entre carro y carro hay diferencias, por lo general debutábamos en carros de segunda y tercera mano, que nos dejaban manejar … con palanca de cambios en medio que siempre causan ese terrible problema (nunca se golpearon con la palanca de cambios en el centroide de su masculinidad?), o en carros pequeños como los Kia, los antiguos Yugo, donde más que habilidad sexual se requería capacidad de contorsionista.

Los más cotizados eran los de asientos reclinables. Mi padre tenía uno de esos, ya saben que los asientos se podían convertir en una suerte de cama, incómoda, dura y resbaladiza pero una cama al fin y al cabo. Tenía como inconveniente el material de tapizado, en cuanto te desnudabas te quedaba el culo pegado al asiento o la espalda ... y costaba despegarse. Además, a veces al moverte hacías sospechosos ruidos de lo más escatológico.

Los vidrios empañados? Un clásico ! La antigua Policia Nacional, o la Guardia …peor aún, ya sabía que los vidrios empañados y el sutil movimiento automotor, en una calle medio a oscuras, indicaban que ahí adentro se estaba desarrollando una intensa jornada en el erario de los gloriosos anales de la Reproducción Nacional !

Así interrumpidos, la “mordida” a la “chota” para que no se llevaran detenida a tu novia (sabían atacar los muy bestias) era cuantiosa !

En fin, cosas que tiene el amor ... bueno, eso que llamamos hacer el amor cuando realmente queremos decir que al final acabaremos haciendo … el ridículo.