Para el primer beso, según vimos ayer en este mismo blog, todo se sabe pero nada se conoce … necesitamos un Manual de Instrucciones !

Por ejemplo, en aquellos besos apasionados Tipo 3 plus, que describimos en Parte 1, que pasa cuando de pronto, aparte de intercambios salivales diversos,  sentimos que una formación gruesa, casi sólida atraviesa nuestra garganta? Casi nos ahogamos !

Y tu noviecita, tan linda, tan de colitas y tan fresca, te pregunta:

-          Gordo, por casualidad no te quedaste con mi chicle?

                                                                                                   

Por cierto qué hiciste tú con tu nariz en tu primer beso?... Donde la ubicaste? Y si te sale un pico de Condorito como fosa nasal ..Donde la ponés para que no estorbe?

En la fase de la mano (quieeetaaaa mano), ya no se trataba tanto de apretar como de tocar. La cuestión era llegar con la mano todo lo lejos que fuera posible; de alcanzar los rincones más apartados y escondidos del cuerpo de la pareja. Esta fase suele ir también por partes, normalmente las etapas avanzan conforme avanza el beso.  Se empieza con roces, como quien no quiere la cosa y se acaba con una gran mancha en el blue jean.

El primer punto de roce suele ser el brazo, la rodilla, luego vas subiendo o bajando pero también centrándote. Las nalgas son uno de los primeros objetivos. Parece mentira que una cosa tan grande sea tan difícil de tocar.

 

Al menos eso es lo que parece en esa época. Ahora si, cuando lo conseguís es difícil soltarte. Es una época en la que te encanta pasear con las manos en los bolsillos traseros del pantalón de ella. Pasa lo mismo que con el busto, una vez que te haces a tocarlas, en cuanto tienes ocasión te aferras a ellas como si en ello te fuera la vida, o sea, volviendo a tu etapa de crío lactante donde ese pezón era el universo entero … más o menos.

Cualquier excusa es buena para poner, sobre sus senos, tus manos. Lo que sea... tetas que puedas tocar no las dejes escapar...

Uno de los puntos más complicados de alcanzar manualmente, en esta época de la evolución sexual, lo que se esconde entre los muslos. Para nosotros, territorio inexpugnable, blue jeans, chumpas, nada … imposible, ahora cuando ellas acechaban …Uyuyuyuy … casi una experiencia religiosa ….

Con un pequeño y doloroso inconveniente: el zipper, y ahí sí, si ella no lo hacía con la pericia necesaria … la experiencia podía terminar siendo hospitalaria …. Y eso duele !

 

Poco a poco vas evolucionando y entrás en la fase del desnudo. En cuanto tienes ocasión no solo besás y tocás, también desnudas. Como ella se distraiga un segundo,  puede acabar completamente desnuda y tu aferrado a su busto mientras intentas desesperadamente tener más manos.

Eso sí solo si, lograbas superar la apertura de una prenda tan tonta como el sostén o brassiere, por Dios! Como una prenda de vestir puede complicar tanto una relación? Puede incluso acabar con las más optimistas expectativas a corto plazo. Un cierre "defectuoso" de un “bra” puede complicar hasta límites insospechados una planeada tarde en lugar adecuado y tranquilo.

“Si sabias que ibas a estar sola en casa toda la tarde y que yo iba a pasar por aquí … por qué te pusiste el sujetador más difícil de quitar que tenías en el cajón?”

 De ahí viene la época de  los cines, donde ya estamos en Besos Tipo 5 Hiper Plus con muchos efectos y afectos especiales, había que tener mucho cuidado, la última fila era ideal, pero a veces se saturaba de jóvenes anhelantes de la misma experiencia, había que buscar un lateral discreto.

El lío era cuando te cachaban, y había que salir corriendo del cine en la oscuridad, ella para su casa, tu a la tuya … entrabas y estaban todos sentados a la mesa familiar ….

 Era ya la hora de la cena y al sentarme, mi padre me recordó la conveniencia de ir por la calle con el zipper del pantalón “completamente” cerrado y recalcó eso de “completamente”.

Me puse colorado, en el apuro no me di cuenta, como siempre, y dije las sandeces acostumbradas. Era una buena fórmula para no tener que dar muchas explicaciones. Esta vez, me dio la impresión de que nadie me miraba a mí.

Yo insisto, hace falta un manual de instrucciones. Para nosotros pero también para ustedes mujeres divinas. Ya, ya sé que nadie te lo ha enseñado y que es la primera vez pero evidentemente no es así.

Menos mal que la Naturaleza es sabia.