Señor Ministro de Trabajo … Usted no cree que debería existir una incapacidad laboral por enamoramiento? Acaso no te dan una incapacidad cuando tenés depresión o cuando tenés estrés? Pues yo creo que si vas al médico y le enseñas un folder en el que has escrito cien veces “quiero a Marisa, quiero a Marisa, quiero a Marisa …” está claro que estás enfermo y así no se puede trabajar.

 

Cuando estás enamorado no es sólo que te comportas como un idiota, es que te convertís en un idiota y además, nos volvemos tan idiotas, que pensamos que somos especiales, que las cosas que hacemos no las hace nadie más en el mundo. Aunque en realidad lo que hacemos es repetir las mismas tonterías que hacen todos los enamorados.

Por ejemplo: el teléfono se convierte en el centro de tu vida, lo chequeás cada cinco minutos para comprobar que tenés saldo, que no se te ha caído el WhatsApp . Pero qué nos pasa? Que acaso nos van a bloquear la línea justo en el momento en el que ella te tiene que llamar por exceso de pago?  Hey ! las recargas duran poco, pero no tanto.

Cuando por fin te llama te da un vuelco el corazón y te dispones a tener una conversación muy profunda:

– Hola Gordis, qué hacés?

– Nada.

– Y el trabajo bebé?

– Igual, en el mismo edificio, mismo horario, mismo jefe.

– Y has pensado en mi Bichis?

– Constantemente.

Ahí empezamos a mentir, y mentir sin necesidad, que es el “cuore” de la idiotez, en realidad, has estado con la cabeza metida en un cálculo de horas extras que tu jefe te ha pedido para ver si logra liquidarlas esta quincena, pero no podés haber pensado constantemente en ella, si estás con el Excel y la calculadora en la mano … en cambio ella es más objetiva:

                       – Y tu? Has pensado en mi?

– Mmmmm si, de a ratitos porque estamos llenos de trabajo por el final de año – te contesta tu amor y te manda la autoestima al suelo.

Y así, dos horas de conversación profunda y otras dos para colgar:

– Bueno, pues cuelga.

– No, cuelga tú.

– Tú primero.

– No, tú.

– Contamos 3 y colgamos los 2 a la vez.

– Uno, dos y tres.

Y si cuelga ella, te quedas más jodido que antes y pensás que tú la querés más. Y la volvés a llamar:

– Me colgaste.

– Pero no habías dicho que contáramos hasta 3?

– Sí, pero no tan rápido.

Sr. Ministro …así es imposible trabajar !

Todo cambia cuando estás enamorado. Tu escala de valores varía radicalmente. Por ejemplo, antes, el domingo se lo dedicabas  100% al fútbol. Ahora te vas a comer con ella y la sobremesa se prolonga. Tú la miras, ella te mira, la tomas de la mano, te pegan las tres de la tardecon manitas sudadas, el balón ya salta en el estadio y llama a tus tripas …  por mucho que la quieras, eres un hombre. Y hay un momento en el no puedes más y te levantas:

-          Marisa, voy al servicio. No te vayas eh?

Señor Ministro, no podemos tranajar así, si hasta abandonamos la chimbomba #5 … lo más preciado.

Le encajás un beso en el carro cuando el semáforo se pone rojo y te importa un pito que te piten cuando se pone verde, porque te sientes superior. Le haces una sonrisita a tu pareja y sigues. Y no te queda más remedio que ponerte buxo con el rabillo del ojo.

Cuando estás enamorado practicas mucho el conocido deporte de aguantarte las flatulencias. Gases intestinales delante de ella ni uno! Ni en el cuarto de baño, ni en la cama, ni en ningún sitio. Y en cuanto bajas a la calle y te vas al carro. Se suelta el escape y vas a propulsión.

Cuando estás enamorado te comportas como un imbécil ya desde el primer momento en que la ves. Por ejemplo, si llega una chica nueva a la oficina , en seguida se pone en marcha el juego de las miraditas…

Lees una línea, y la miras, pasas la página, y la miras, buscas un pañuelo, y la miras, te suenas los mocos y la miras… Y a veces, sencillamente la miras… Y es que no te atreves a acercarte… Te puedes tirar meses buscando esa frase que hará que ella caiga rendida a tus pies. Un día, por fin, la encuentras…: Me voy a acercar y le voy a decir…:

“Perdoná … te importaría no ser tan guapa, es que no puedo concentrarme en los expedientes que me dejó el jefe”.

Se da cuenta Sr. Ministro? … así no se puede trabajar …. Y creo que voy al Seguro a pedir incapacidad, me estoy empezando a enfermar.