Supuestamente, la invención del beso se le achaca a los franceses, por aquello del “beso francés” lo que parece ser falso, según veremos … pero suena irónico que el estudio de los peligros de besarse, surjan de una investigación hecha en la misma Francia ¡!??

El estudio “besístico” francés

Martine Mourier, de la Universidad de Bobigny, en Francia, en una original tesis de besos asegura que:

“Cada beso apasionado, nos quita tres minutos de vida” (¡Saque rápido sus cuentas, amigo y amiga, lector y lectora, miembro y “miembra” de este blog … ve! ya se me pegó lo de aquellos).

En serio ... Dra. Mourier? Como llegué entonces hasta los 55 años yo?

Resulta que el estudio nos dice, que con un beso apasionado: “la emoción que producen, se puede comparar con un estado de stress y provoca una actividad inusual de la tiroides”.

Lo peor, sin embargo, es que inhibe la secreción de insulina, y estimula la producción de glucosa, siendo lo peor de todo – dice la tal Dra. Mourier – la cantidad de microbios y virus que se intercambian de una boca a otra.

En 1950, ya se mostraba en estudios de Biología de la Universidad de Chicago, que más de 250 colonias de bacterias se transmiten en un beso, así como enfermedades del tipo de la hepatitis, rabia (a mi me da rabia si me niegan los besos, no si me los dan), herpes labial, candidiasis bucal, la famosa “enfermedad de los enamorados” que no son otra cosa que una especie de anginas, entre otras …

Y entonces … el beso francés es francés?

De donde sacaron esa idiotez? El beso ya existía desde hacía siglos y Francia ni siquiera era otra cosa que hogar y refugio de Pithecanthropus Erectus (bastante erectus según lo afaman, y no existía la Viagra).

El beso, según teorías evolucionistas procede de la forma de conocerse de nuestros Atchiultrarecontratatarabuelos que en épocas de las cavernas, les daba por olfatearse para saber quién era quién y si le gustaba a quién, por lógica natural e impulsiva, terminaban besándose…

 

Para la Edad Media, en la Europa convulsionada de la época, el beso se tomó muy en serio. En Francia, por ejemplo, si una mujer besaba a un hombre (aunque fuere en la mejilla) que no era su esposo, debía ser acusada de adulterio En Italia, un hombre que besase a una mujer en público debía forzosamente casarse con ella… sin embargo con la peste negra de 1665 y la posibilidad de contagio de gérmenes, los ingleses (más recatados ellos) crearon sustitutos para el beso: tocar el ala de sus sombreros, saludarse de lejitos, y otras maravillas que hoy son consideradas muestras de cortesía. Ojo…! No en vano, la peste negra acabó con una cuarta de la población de Europa de aquel entonces.

En 1909, una liga anti besos surgió en Kansas, considerando el desastre inmunológico e higiénico que provocaba un beso, tomaron el voto de no besar a sus esposas nunca más… (Me imagino que las esposas, tomaron las de Villa Diego, o sea se fueron a ver quien las … besaba o sea para ver quién les daba cariño, aun a expensas de su salud).

 

Mal dato este para los norteamericanos, ya que la Dra. Joyce Brothers asegura que está comprobado, estadísticamente hablando, que una mujer de ese país besa a sesenta y nueve hombres antes de casarse… la primera película de Thomas Alva Edison se llamó “El beso” y duraba treinta segundos (el beso), un beso, nada más… la ex esposa de Ronald Reagan, Jane Wyman tiene en su haber el record del beso más largo en pantalla grande… tres minutos y medio! Con Regis Toomey en “You´re in the army now”.

Sin embargo el record Guiness de besos lo tienen Bobbie Sherlock y Ray Blazina, ciento treinta horas con dos minutos… más de cinco días y medio!

 

Allá en el Oriente, más allá de San Miguel …

Los japoneses no conocían el beso antes de conocer a los occidentales, nosotros les exportamos la manía…

Sin embargo, de Japón se origina la investigación que asegura que dos enamorados se besan apasionadamente, el pulso sube a 150 por minuto, en lugar de los 70 usuales, y por ende, el corazón bombea un litro más de sangre … por eso terminamos rojitos (ambos).

Dietistas y nutricionistas aseguran que en cada beso apasionado y bien dado se pierden ocho calorías…! (En una buena amon…..ada, se van más de 120 calorías).

Saben qué? Al demonio con esta historia…! ¡Que en toda mi vida no he conocido otra sensación comparable a un beso de la mujer que amo…!