Semáforo rojo. Se junta gente que quiere cruzar, uno a cada lado de la Juan Pablo II. Enfrente también. El semáforo demora. A excepción hecha de los buseros, los semáforos les valen chonga y a los policías también les vale chonga que a los buseros les valga chonga …. Comienza a llover
Viene más gente por ambos bandos unos se apertrechan en la acera del Parque Infantil, los otros, en la acera de enfrente, como viniendo la 3ª avda Norte, se miran, se conocen, se cruzan todos los días, pero nadie sabe quienes son, forman batallones de un lado y otro de la que era amplia avenida, y hoy es imposible de cruzar …
Cada destacamento mira firmemente el semáforo opuesto, haciendo acopio de fuerzas.
- Algún día deberíamos animarnos a usar la pasarela – dice en voz alta Horacio, carpintero, serrucho y cepillo en la mochila.
- Acá los estamos esperando ….- se oyen las voces desde la pasarela – son los pandilleros que se la han tomado desde hace meses y asaltan a cualquier pasmado que pase, violan a las vendedoras y manosean a las señoritas y señoras de buen ver, les roban a todos, menos a los policías que los observan desde abajo … pero no se animan a subir.
- “Ánimo, muchachos” – dice Horacio a sus compañeros de acera, ellos vienen de la 5a Avda. Norte y tratan de llegar al otro lado de la acera - “ya llegará el día en que podamos cruzar”. Los demás lo reconocen inmediatamente como su líder. “Quizás algunos mueran en la empresa”, sigue diciendo él, “pero esos quedaran para siempre en nuestros corazones”.
El semáforo continúa en el rojo. En frente, el bando contrario, o sea el que viene de la 3ª avda Norte y quiere llegar al Parque Infantil, designó como líder a una mujer. Su aparatoso tren delantero la hace especialmente apta para violentos impactos frontales con peatones de sentido opuesto, y sus brazos de trabajadora metalúrgica son una garantía, 9 horas diarias dándole a la almágana son ejercicio contundente.
- “Estamos contigo, Tatiana” le gritan algunos.
- “Ese no es mi nombre” contesta ella, pero igualmente lo asume, como Ariadna Soldi asume el de Thalía, como Wojtila el de Juan Pablo … que le da nombre a la Alameda ….que tratan de cruzar
Desde enfrente, el otro líder la mira, y le muestra cara de desprecio. Sus camaradas, hombres y mujeres, lo imitan, sus filas incluyen un poeta, unos cuantos revolucionarios troskistas, un atleta que quiere saltar sobre la estación del SITRAMSS con garrucha y un puñado de extras. Algunos tienen binoculares y eligen contra quien van a chocar. Otros despliegan la navaja de su alicate, y la exhiben a modo de proa.
De pronto, semáforo amarillo. Un estudiante, del lado de Tatiana, pregunta si puede pintar de azul el vidrio amarillo del semáforo que está de su lado, para que quede verde y los del bando contrario, al tratar de cruzar, sean aplastados por los carros.
La jefa le pide paciencia, y le asegura que a su debido tiempo ningún adversario quedará en pie. El estudiante del lado de Horacio recita a García Lorca “verde que te quiero verde”.
Los buses pasan indiferentes …
Por fin el semáforo cambia. “A ellos”, grita Horacio, “hay que enterrarlos en el asfalto; el sol esta de nuestra parte y ya lo reblandeció un poco”. Ambos ejércitos avanzan e inician su marcha hacia la colisión respetando la cebra.
- Trotsky vive!! – gritan unos del lado de Horacio.
Tatiana se acomoda el sostén. El otro líder acomoda a su gente por orden de altura. “Las mujeres y los niños primeros … no, mejor al final”, rectifica.
Todos avanzan con paso resuelto. Los autos, inmóviles, observan el espectáculo, y una cuadrilla de niños que habitualmente se dedica a limpiar los vidrios de los coches a cambio de monedas, está ahora levantando apuestas referidas al desenlace de la cruzada peatonal. Atención, faltan pocos metros. Ya está, ya está …
Dos pasos, un paso. Y entonces, súbitamente … todos cambian radicalmente su actitud. Empiezan a pedirse permiso unos a otros y a esquivarse. Algunos hasta se saludan calurosamente. Se acabó Tatiana. Apenas si se producen algunos roces totalmente inocuos y es para que cada uno tome su punto coreográfico. Nadie cae, nadie es aplastado …
… desde algún del cielo, nadie sabe dónde, comienzan a sonar las primeras notas de “You are the music in me” de High School Musical, cada quien inicia su paso coreográfico, Horacio y Tatiana (que no se llama así) asumen los roles de Zac y Vanessa … hasta los de la pasarela terminan aplaudiendo el acto coreográfico cuando termina.
Entonces, todos siguen su camino … en paz
Todos llegan a destino, a las respectivas aceras de enfrente, y continúan los abúlicos trayectos que habrán de conducirlos al desempeño de sus monótonas ocupaciones. Nadie recuerda su intención preliminar.
Todos fingen civismo ….
…. que cagaxx cuando hasta nuestra realidad nacional
…. es producida por Disney !
Por razones no antojadizas, plomizas, se particulariza, necesito nodriza, no se moderniza, se obstaculiza, paraliza, polariza, dogmatiza, desvaloriza, mimetiza, cualquier movimiento que tienda a la acción …
Ni la primera ni la segunda Guerra Mundial, ni la segunda “Guerra de los 100 años” entre Francia e Inglaterra (que en realidad no duró 100 años),ni la guerra de las 100 horas, ninguna de esas … las 10 guerras más largas de la Historia te darán sorpresas …
Para amarte no es necesario encontrarte cada mañana a mi lado,
no por el momento, no en este presente ...