Un agosto al azar de un 1951 cualquiera, llueve sobre Copenhague, es pasada medianoche y Lisaveta Stefanovich espera el relevo del ¨Komitern¨ que deberá trasladarle a una nueva misión, o tal vez al refugio seguro donde pasar la noche.
Nunca sabe ...
Nunca se sabe ...
A su lado ronca el desconocido doscientos veinte y cuatro, así los enumera Lisaveta, como no puede saber el nombre de todos aquellos extraños a los que abre sus puertas y piernas, su intimidad casi violada en nombre de Stalin y los proletarios del mundo, simplemente los enumera ... ¨Este se llama 224, ojalá que no haya un 225 esta misma noche¨.
Fuma y la noche fría de la ciudad la saluda desde el ventanal de edificio lúgubre y gris que el Secretariado Occidental determinó que sería su cueva por esas horas, mientras complacía a 224, que lo mismo podía ser un camarada, un espía extranjero, un desertor o un condenado a muerte que pide como ultimo deseo ¨pasar la noche con una muchacha¨.
Lisaveta obedece, así lo determina el Komitern, ella, la ¨aktivizt¨ debe atender al desconocido, no importa que su hijo de cuatro años y medio haya quedado llorando en casa de una viejecita desconocida, pero con cara de buena, que fue encargada por Kiriloff para cuidar la criatura.
Kiriloff (que no se llamaba así) le había gritado cuando le dio la noticia...
¨Cómo se le ocurre embarazarse camarada Lisaveta(que tampoco se llamaba así) ? La familia no esta contemplada en las bases de la Nueva Dinamarca a la que Usted ha jurado servir ! A la Patria Única y proletaria ! Abórtelo !
Entréguelo a un familiar !! Y basta de lloriqueos, el Secretariado exige muchachas fuertes y buenas luchadoras ... no pusilánimes como Usted ¨.
Lisaveta había nacido en Leningrado, donde entre otras cosas, servir al Partido era mas que una vocación, una obligación ... pero en aquella década de los treintas, la posición de la mujer en la política no era trascendental, ella lo sabía, su propia Madre lo había sufrido en su propio vientre. Muchachas soviéticas, paladines de la Nueva Rusia, se entregaban hasta a cinco fulanos diferentes en una noche por una barra de jabón, en los puertos.
Como buena obrera agitadora de masas fue enviada al secretariado Occidental de Berlín, para expandir la ¨lucha de clases¨ hasta las industrias prusianas y las del Reich. Pero Hitler, ese antisemita desgraciado que se adjudicaba todo el poder para si, se dedico a perseguir comunistas, luego de que ellos mismos hubieran sido sus aliados para llegar al poder.
Lisaveta logró huir en un tren al Norte, ya para la fecha, no era tan joven y su acción revolucionaria se había limitado a setenta y tres, setenta y tres desconocidos, que compartieron sus sudores y sus silencios, que le susurraron los gemidos mas diversos en los idiomas mas extraños ... alguno de ellos, se quedó una noche mas ... el resto pasaron, algunos hubieron de morir en la misma cama, por ordenes de Komitern, algunos murieron bajo la acción de los camaradas en dormitorios cualquiera, otros bajo sus propias manos. Los desconocidos pasaban y se olvidaban fácilmente, aquellos que debían de morir en su cama, minutos después de usar su cuerpo, esos no los olvidaría nunca.
Asi tambien pasaron las ¨ansias revolucionarias¨ de Lisaveta Stefanovich que se habían limitado a ser una ¨novia de paso¨ y no un cerebro en la lucha por el ideal de Lenin ...
Alguno de todos estos desconocidos, le había dejado la semilla de Nicolás, su vida, su lucha, chiquitín de lágrimas sinceras que espera dormido, tal vez, en el regazo de una abuela de alquiler.
Lisaveta sabía que era imposible renunciar, abandonar la causa, dejarse desaparecer del mundo con Nicolás, siempre la iban a encontrar ... en cualquier parte del mundo, no hay escape ...
Y todo para que? Con suerte recibe doscientos marcos al mes y un lugar, nunca fijo, donde dormir... patatas cocidas para el niño y ella ... y ella ...
Y ella mira sus pechos fláccidos, sus veintiocho años que ya no son, su dentadura maltrecha por el tabaco, y esa roña de una ducha, con suerte, cada semana ....
La consigna llega a la 1 32 am, en forma de un botones del hotel, camarada seguramente, ¨Mátelo¨, le dice simplemente.
- Quien lo ordena ?
- No tiene usted porque saberlo ...
Lisaveta se viste, arregla sus cosas, 224 duerme profundamente, Lisaveta aprendió a matar hace años, nada de disparos, a un hombre se le pone inconsciente primero, se le degolla después ...El rostro sin vida, no lo olvida nunca .... Lisaveta.
Las calles grises lluviosas y frías la reciben con una cachetada climática, detrás queda el hotel, 224 muerto, sus huellas limpias, fuma el enésimo cigarrillo ... camina hasta la casita de la vieja buena.
Nicolás la espera despierta, sus ojos reflejan que no ha dejado de llorar en su ausencia, la camarada, noble le dice que le ha dado de comer potaje de garbanzos, el chiquito tiene buen apetito ... va a ser grande ... muy grande ....
Lisaveta y su hijo en brazos, pesa, en efecto, ya es un hombrecito ..
Y va a ser grande, claro que si ! – piensa Lisaveta Stefanovich – todo lo grande que no me han permitido ser a mi ....
Furia, miseria, impotencia, los rostros que nunca se olvidan, y el temor a mirar a su hijo
a los ojos ...
por temor a encontrarle algún parecido ...
a esos rostros muertos que no se van ...
En el universo paralelo, se ha filtrado completamente el guion de la tan esperada secuela de “Star Wars” Episodio 7.5, que se estrenará hasta dentro de un año. Tal como se sospechaba, el argumento fue escrito por un salvadoreño anónimo que trabaja para Disney. Ahora bien, el Instituto para la Transparencia de nuestro país, investiga “algunas coincidencias” del escrito con la realidad del país ….
Buenas tardes Mariela, cómo estás? Sé que no nos conocemos mucho, solo de vista … no esperaba que asistieras a la cita, pero es lindo encontrarte acá. Me alegra que hayas venido. Siempre tuve...una cierta atracción por vos.
Es absolutamente mentira lo que los rusos pregonaron acerca de tener en sus manos el cráneo de Hitler, del cual se apoderaron tras el suicidio del Fuhrer en su Bunker en 1945, es falso…