El dueño de la calle (Parada, Agustín Marcelo) terminó de sacar el papelito del bols y le tocò el “1” o sea, iba de primero, rompiendo camino con la Suburban Negra, blindada, sin placas, una de las cuatro que integraban la “caravana de la muerte” del Funcionario.
“Amanecí de suerte – pensó y se río Parada – al menos este hijo de puta se va al aeropuerto y no le veo el cacho varios días, nunca se sube en la 1”
Pero erró el cálculo y ya listas las 4 camionetas, el Funcionario se subió a la “1”, su mensaje lacónico fue casi imperante …”Metámosle duro Parada, o no agarro el vuelo”.
Parada metió sirena, aceleró aun dentro de la Residencial de lujo, donde los niños jugaban en la calle, y sirvientas, perros, niños, salieron espantados por los cuatro bólidos, donde todos sabían que adentro viajaba algún funcionario, aunque a nadie le importaba mucho, porque de que eran bestias lo eran …
Agustín conoció a Mabel en esa misma casa, ambos formaban parte del personal de la confianza de la casa, y siguieron en la misma, con el cambio de dos otres funcionarios … se hicieron novios por la costumbre, se casaron enamorados …
Mabel era joven, linda, pizpireta, coqueta … se encargaba de las habitaciones de la familia, y era ama de llaves …
Al menos estaban juntos, tenían hogar …
- Parada, no vamos a llegar … - insistió el Funcionario.
- Vamos tan rápido como podemos jefe … - contestò, y era cierto, la carretera saturada, los carros en tres filas, cuando sonaban las sirenas, los conductores veìan que no eran ambulancias y los puteaban, puteadas que trascendían los vidrios blindados …
Como la casa estaba sola y silenciosa, trascendían los gemidos, tan solo dos días atrás, a través de las paredes, Parada regresó de dejar los niños del Funcionario en la Escuela Bilingüe y al entrar a la casa escuchó los jadeos …imaginó lo peor.
Y fue lo peor … Mabel, con su uniforme de mucama francesa, levantado hasta la cintura era penetrada medio torpe, medio salvajemente por el Funcionario, pero no oponía resistencia, mantenía sus ojos duros y gemía, despacito, con un rictus de gozo en los labios … estaba visto que no era la primera vez, que lo venían corneando hace días …
Volvió a la camioneta …a esperar que terminaran …
Seguramente, ya todos sabían en la casa, menos él …
Se guardó el rencor, las caras, el sudor, no dijo una palabra, se guardó todo, la furia, el dolor, el engaño …
Al fin, las Suburban, se deshicieron del tráfico, y emprendieron la subida al nivel más alto del hermano lejano ….
- Metale Parada – gritò el Funcionario - duro o no llegamos …
Entonces Parada explotò …
- Así como se la metìas a mi mujer rata de mierrrrrdaaaaaaa ?
El Funcionario se quedó duro, Parada pegó el golpe a la derecha con el timòn, rompió la baranda y como si fuera cámara lenta, la gran mancha negra comenzó a caer desde el último nivel …
- Volar querías Hijo de pu ...? -dicen que se oyó en las frecuencias de radio de las Suburban, mientras caían …
… rumbo al nunca más …
Una semana … me escribió, una especie de nota de ultimátum … una semana y ni siquiera un día más, ni una palabra más … es lo que me da de tiempo … para rescatar nuestro amor.
La mesa futbolera se juntaba los jueves, entre otras cosas, era el día ideal, había permiso de salir con los amigotes, y no interfería por si había fecha entre semana, o sea miércoles, para ir a ver los partidos al estadio.
- Hay cosas que es mucho mejor no haberlas dicho nunca … pensé en voz alta.
- Que dijiste ? – preguntó mi mujer – era algo que querías decirme o solo una manera de decir ?