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Pitágoras Thompson, quien la noche anterior se había ido a dormir, millonario y prolífico, rebosante de salud y joven, altanero y soberbio, amaneció casi en la indigencia, la mañana siguiente.

 

 

 

La razón del cuesta abajo apresurado de Pitágoras, fue la venta de su exitosa empresa de mecánica cuántica, materia en la cual había sacado una Ingeniería en el extranjero, el primero del país, pero invirtió mal el dinero de la venta (una fortuna) en una ciber moneda que perdió todo su valor en horas.

 

 

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Pitágoras,  buscó a su esposa Melanie a su lado y vio que no estaba, pero también descubrió que su enorme cama King Size, era apenas un camastron pequeño, es mas, su cuarto se habia empequeñecido, la casa entera era una simple covacha!

Puso los pies en el suelo, buscando su  mullida alfombra y le salieron 20 cms de agua inundada, imposible hallar una luz, bajó las gradas, caminó a tientas hasta la cocina.

 

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-Melanie! Donde estás?-llamo a su esposa en la oscuridad ...

En medio de la cocina, inundada, oscura, una figura luminosa, de una anciana, irradiaba algo de luz, estaba sentada a la mesa, con dos tazas de café ...

 

 

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-Acercate Plutarco, conseguí que en el Mercado me regalaran algo de café - se la extendió a su esposo.

-Melanie ... estás ...

-Han pasado treinta y cinco años desde la venta errada e impulsiva de tu empresa, desde que las ciber monedas dejaron de tener valor ... - le contestó su esposa.

 

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Desde la bancarrota, desde que nuestra hermosa casa se convirtió en este nido de ratas, desde que tu carácter dominante, soberbio, nos cerró todas las puertas ...

-He estado dormido treinta y cinco años?

-En coma, Plutarco -le contestó Melanie.

 

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- Y tu has estado esperándome? - quiso tomar de la mano a su esposa Plutarco, pero ella la alejó.

-No Plutarco, yo estoy muerta desde hace 16 años, cansada de ser despreciada por todos aquellos a los que tú habías despreciado en vida, solo soy un holograma programado,  esperando que te despertaras, para poder marcharme y al fin descansar en paz ...

 

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Plutarco no entendía nada, se preguntaba que había hecho mal, cual fue el error ...

- Tu egocentrismo, tu soberbia, tu falta de tolerancia y entendimiento, tus ganas de hacer más y más dinero, tu falta de interés por los que nos preocupamos por ti, por los padres y madres de más de 600 familias que quedaron sin trabajo al vender tu fabrica e invertir en esa farsa estúpida de criptomonedas ...

Nunca pensaste en nadie que no fueras tú mismo ...-lloraba Melanie

Plutarco volvió a acercar su mano a la de Melanie, pero no tocó nada tangible, solo era luz ...

- Y ahora estás solo Plutarco ...

 

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El holograma de Melanie comenzaba a apagarse, pixelearse, mientras se diluía iba rejuveneciendo a todas aquellas características fisonómicas que Melanie había tenido hasta desaparecer, Plutarco veia marcharse a la única mujer que había amado en su vida, descubriendo, en un último parpadeo,  al fin ... cuanto la había necesitado, cuanto la necesitaba.

 

 

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El 2o piso comenzó a crujir, era un hecho que el deterioro era extremo, y la estructura le iba a caer encima ...

... pero no quiso correr

...  prefirió, tomarse con calma, su taza de café ...

 

 

 

 

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