logo

512x

Todavía nos recuerdo, tu y yo y una amiga del lado de afuera de la puerta de juncos, avisando si alguien venia, tratando de hacer o deshacer el amor frenética y sudorosamente, mientras ahogábamos nuestros gritos y jadeos escuchando Radio Saigón.

Éramos adolescentes y descubríamos las maravillas del sexo sin experiencia alguna, o sea no hacíamos el amor, sino que nos entregábamos a la exploración de nuestros cuerpos, mientras la calle era un hervidero, y la gente andaba de acá para allá...

Yo nací justo en el 54, cuando comenzamos a ser independientes, aunque no sé muy bien de quien fuimos independientes, yo nací en Indochina, pero después resulta que era vietnamita, y después todavía me convertí en vietnamita del Sur, pero nada de eso importaba, Sun - Ya.

Nada de eso importaba, lo que realmente importaba era tu cuerpo púber, recientemente púber, tus senos chiquitos que empezaban a recortarse en tus blusas blancas... y el amor... eso importaba, era lo que realmente importaba.

Y a nosotros en realidad Ho Chin Min y el Vietcong nos eran indiferentes... vivíamos, cruzábamos nuestras miradas y jugábamos a descubrir las caricias, y los besos a escondidas, porque trece años son muy pocos para decir hemos logrado vivir... pero parece que nadie consideró lo poco que eran... para morir.

Y aquella noche del 67, cuando convencimos a Ara - Lei que resguardara la puerta y tu saliste de tu casa con un pretexto cualquiera pero bien planeado, y yo conseguí que me prestaran aquella choza oculta de juncos, daba lo mismo la inminencia del ataque o del desataque... todo eso daba igual...

628x471

Pero no le daba igual a ellos, a los que partían nuestra tierra en pedazos en nombre de a saber que ideología... no entendíamos, yo solo sé que luchaba frenéticamente contra tu virginidad y la inoperancia de la mía, y te asomaban unas lagrimitas que eran de dolor o preludio de placer... no se...

Solo sé que Radio Saigón no advirtió nada de nada, y sonaba una canción de

Los Grassroots, que ponían para entretener a la milicia estadounidense, cuando la llamarada de napalm arrasó con la ciudad, la villa, la choza de juncos y todos nosotros ahí adentro...

Y no sé cómo me salvé yo, pero sé que no se salvaron tu ni Ara – Lei, nuestra amiga centinela, ni mi perro Kon que dormía echado a los pies de nuestro camastrón ...

Y hoy con más de cincuenta años a cuestas, con todo mi cuerpo cubierto de cicatrices de quemaduras, y esta apariencia de monstruo deforme

que tengo ...

Doy por hecho que voy a morir virgen ...

 

 

 

 
 

Otros Posts

El novio de mi ex, mi ex y los chuchos

Old Man Running by Lake Carousel

Lunes, miércoles y viernes voy a correr una hora, religiosamente. El hábito del deporte no ha sido una dificultad nunca en mi fluctuante vida deportiva, pero si un día, no corro por algún motivo, entro en una decadencia inmanejable de irregularidades que acaban con quince libras de más …

Cucarachas

 

972d0312 5d10 414c 9947 f07a0fcd8af4
 
 
Dos veces a la semana suena el teléfono en casa, o el timbre, y del otro lado aparece un encuestador. Cada vez hay más y se presentan mejor preparados. Con el tiempo, han aprendido a ser inmunes al NO. Saben minimizar las excusas y están por todas partes, mendigando quince minutos de nuestras vidas. Si un día la Tierra padeciera un conflicto químico que aniquilase todo —plantas, animales, gente— seguirían sonando los teléfonos por la mañana. El encuestador sobreviviría …. sería la nueva cucaracha del mundo.
 
 

Firpenses … do not achicopalarse !

copia1firpoDuele, como pocas cosas duelen en la existencia … podemos reventarnos el cráneo buscando culpables y vamos  a encontrar quinientos … pero diluir las culpas entre quinientos, una vez más, deja ningún culpable y múltiples incertidumbres.

© Daniel Rucks 2025