Yo soy, orgullosamente …. Telenofóbico, o sea me defino como un ser humano con un persistente, anormal e injustificado miedo (miedo?) a los teléfonos.
No es que les tenga miedo …simplemente los detesto … mucho joden.
Quienes padecemos de esta condición tememos hacer o recibir llamados, incluso el temor puede llegar a abarcar el timbre del teléfono. Esta fobia puede deberse a alguna de las siguientes razones:
- Una mala experiencia con teléfonos en el pasado (por ejemplo, recibir una terrible noticia mientras se hablaba por teléfono, o ser amenazado, etc.).
- Ser resultado de la fonofobia, es decir, el miedo a los ruidos fuertes.
Es posible que personas como yo, hayamos tenido una mala experiencia con sonidos repentinos en el pasado … yo no sé, yo me pasé la adolescencia tocando canciones punk de “Los Ramones” a todo volumen (de hecho, no hace falta que lo del audio sea una experiencia recurrente, incluso una experiencia aislada desagradable puede llevar a que se desarrolle una fobia).
Más adelante, este sentimiento puede transferirse a otros sonidos (como el timbre del teléfono en el caso de la telefonofobia). De esta manera funciona la mente humana: una vez que el timbre del teléfono ha sido asociado con sentimientos de incomodidad, otras asociaciones se incorporan, y el miedo a todo lo relacionado con los teléfonos tiene lugar.
Para tratar la telefonofobia es necesario encontrar cuál fue el estímulo inicial, es decir, cuál o cuáles sonidos fueron tan desagradables como para iniciar la reacción en cadena que conduce a la fobia. Aunque en mi caso, lo que más me rompe las gónadas, es lo impersonal del aparato, podés decirle "te quiero" a la mujer de tu vida, mientras ella le textea lo mismo a otro y simultáneamente se saca el cerumen de la oreja.
Es posible, aún padeciendo la fobia, utilizar el teléfono, si bien resulta desagradable. De todas maneras, el fóbico puede optar por acudir a un psicólogo para tratar este problema.
Yo soy, orgullosamente …. Telenofóbico … aunque viendo mis alrededores
en mi país
en mi familia
creo que soy el único …
El 24 de abril de 1854, el alto y rubio emperador de Austria, Francisco José, de 23 años, se casó con Elisabeth Wittelsbach, su prima de dieciséis años, sorprendentemente hermosa, conocida por sus amigos y en la historia como Sisi. No era ella la destinada a ser la última Emperatriz de Austria, despojos de lo que fuera el Gran Sacro Imperio Romano Germánico.
El proyecto de la liga de Futbol de Primera División de 12 equipos nunca ha sido un proyecto descabellado para nuestro país, lo descabellado era tratar de meterla a la fuerza y con calzador, para salvar al Firpo o al Águila, que peleaban el descenso punto x punto hace un año.
Creo que todo empieza con la celebración de nuestro último aniversario, estábamos en un restaurante y de pronto, de la nada, vi una reacción rara en tu cara, una mirada que no me pertenecía. Ingenuo como suelo ser, seguí la línea de tus ojos y justo entraba un fulano al lugar, quien no sé quién es … ni conozco … pregunto inocentemente …