Claro, ahora nos toca agarrar los colores nuestros, de firpenses, ante los tres últimos sucesos y hacer el mea culpa …
… totalmente merecido, además, porque ha habido incidentes provocados por aficionados de Firpo, que no marcan la generalidad de los “seguidores de Luis Ángel Firpo” (no nos estigmaticen tampoco), que son abominables, impensables, totalmente fuera de la realidad que deberíamos de vivir en nuestro país.
Pero, igual de abominables, hasta donde me da la memoria, fue el asesinato de un aficionado del Cojutepeque por aficionados del Alianza en las afueras del Cuscatlán en los 90s, otro del FAS por los mismos albos en el mismo lugar, la golpiza en los alrededores del Cuscatlán de parte de aguiluchos a un miembro de barra de FAS, la muerte del niño Francisco Alberto García Rossi “Tigrillo” tristemente muerto el sábado 20 de octubre de 2001, en las instalaciones del Quiteño por una bala al aire eyectada por la Turba roja, el hincha pampero dejado medio muerto allá en Tierra Blanca por ultras del FAS, las emboscadas en los estadios de Apastepeque, Usulután, Ilobasco, Metapán, La Unión en fin … ya he pasado por varias de esas personalmente y se que existen desde que la pelota misma rueda …
Aniquilemos al rival, adentro y fuera de la cancha
Esa es la premisa, ofenderse, agredirse, y media vez calientes, a las trompadas y después al primer objeto contundente que encontremos, las guerras a pedradas en la angostísima calle de acceso al Sergio Torres son hiper habituales …
La violencia de los ultras ha tenido distintos grados de gravedad, desde escarceos entre hinchas hasta tragedias (por ejemplo el desastre del Estadio Heysel ). Ha habido muchos casos de asesinatos de hinchas dentro y fuera de los estadios, mediante apuñalamientos, palizas e incluso disparos de arma de fuego. Desde 2004 parece haber aumentado el nivel de violencia, se combate, pero no ha disminuido mayor cosa. Las unidades de policía especialistas en estos temas y la colaboración entre las fuerzas de seguridad a nivel internacional han dificultado la organización de estos grupos violentos, pero no las erradican. Sin embargo, en el mundo, todavía son frecuentes los enfrentamientos callejeros tras los partidos.
Disculpe no es mi área
Parte de nuestro ser nacional, que yo sugiero que se estampe en algún lugar del Aeropuerto Internacional, debería definirse en una frase …
“Bienvenidos a El Salvador … la culpa siempre la tiene otro”
- Mire señor policía ahí le acaban de robar la cartera a una señorita a tres metros de usted.
- Disculpe, no puedo hacer nada, yo estoy asignado a cuidar el parqueo.
Típico, y es lo mismo en los estadios, la seguridad policial es interna, te palpan hasta el inmaculado esfínter para que no introduzcas nada que pueda ser usado como arma dentro del estadio …. Pero las piedras, los hierros, las navajas … todo eso está afuera.
O sea nos revisan para entrar en la guerra, y nos sueltan para volver a la guerra … y ahí defendete como sea!
Por qué creen que la FIFA (que no es ningún santo de mi devoción) ha asignado los cinturones de seguridad concéntricos al estadio? Para que al salir de ellos ya se hayan dispersado los grupos de hinchas … aquí lo hacemos solo para partidos FIFA, por supuesto.
Todos los involucrados
La violencia de los hinchas ha afectado a los hinchas y también a los jugadores, pero es bastante menos frecuente. Por ejemplo, el jugador italiano Christian Vieri recibió un mensaje, aparentemente de un hincha del Inter de Milán, amenazándole con quemar su restaurante por su actitud en el juego de su equipo. Un caso mucho más grave fue el del jugador colombiano Andrés Escobar, que fue asesinado poco después de volver a Colombia después de jugar la Copa del Mundo de 1994, asesinato que pudo deberse a que marcó un gol en propia meta que causó la eliminación de Colombia de la competición. (Citado en “Cuanto vale un autogol?” http://www.danielrucks.com/index.php/deportes/988-cuanto-vale-un-autogol)
La violencia en el fútbol también se produce entre los jugadores en pleno partido. Ejemplos notorios son, por ejemplo:
Lo de San Miguel es otro ladrillo oprobioso en la pared de la falta de seguridad del país entero …
Creen ustedes que un aparato estatal que carga una docena o más de homicidios diarios y no se inmuta va a preocuparse por prevenir tres o cuatro escaramuzas al mes? Naaaaa …
La culpa siempre es de otro.
La gente siempre me dice:
- "Chele, yo dejé de ir al estadio en los 80s, iba con mi hijo y me empezó a dar temor."
Si yo no fuera tan fanático, probablemente haría lo mismo …
El trabajo dignifica y significa riqueza … riqueza para sostener y luchar con tu familia con y por amor. El trabajo y el amor son los dos motores que mueven el mundo.
Shoichi Yokoi fue reclutado por el Ejército Japonés cuando tenía 26 años, en 1941.
Es la segunda vez que se disputan los juegos en Tokio, los de 1964, a diferencia de los anteriores en estos JJOO Tokio los podios se construyeron con 24.5 toneladas de plástico usado. Aparte de la gran controversia de la utilidad de las “camas de cartón” …