Narciso, en la mitología griega, hijo del dios del río Cefiso y la ninfa Liríope. Se distinguió por su belleza. Según las Metamorfosis de Ovidio, Libro III, el vidente ciego Tiresias le dijo a su madre que tendría una larga vida, siempre y cuando nunca se reconociera a sí mismo.
Sin embargo, su rechazo al amor de la ninfa Eco le atrajo la venganza de los dioses. Se enamoró de su propio reflejo en las aguas de un manantial y se consumió (o se suicidó); la flor que lleva su nombre brotó donde murió.
Narcicismo. lo más bajo de la baja estima
Es muy sencillo, y a la vez triste, los narcicistas son los que tienen menor índice de auto estima tienen, po eso deben estar consultando la aprobación de todo el mundo, ciudad, país, comarca, espejitos, encuestas, troll centers. ejércitos de aplaudidores, Inteligencia Artificial etc.
Los dictadores suelen exhibir rasgos de personalidad que se alinean con varios trastornos psicológicos. Según el DSM V (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition) y el CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades según la OMS) una característica común en estos individuos es presentar en mayor o menor intensidad rasgos de una personalidad narcisista.
La megalomanía, la falta de empatía y la necesidad constante de admiración son rasgos típicos que los impulsan a buscar el poder absoluto y a mantener un control férreo sobre la sociedad. Dentro de las características de los individuos que presentan un trastorno de personalidad narcisista encontramos que sobrestiman sus capacidades y exageran sus logros. Piensan, y se lo creen, que son superiores, únicos o especiales.
La sobre estimación de su propio valor y logros por lo general implica una subestimación del valor y los logros de los demás, en otras palabras,en resumen, el megalómano considera a los demás, poco menos que ignorantes o de plano tontos.
Se denomina Desorden de Personalidad Narcisista (DPN o, en inglés, NPD) y, de modo más específico, narcisismo maligno. Se trata de un mal que figura en el Manual de Diagnóstico de Trastornos Mentales (DSM y DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Que es, como quien dice, el libro de Salarrué sobre locos y locuras.
Cuando estas características se ven agravadas por “el impulso sádico de infligir dolor a los demás”, estamos ante un narcisista maligno. Es decir, desde Julio César, Napoleón. Stalin, Pol Pot, Ferdinand Marcos, Videla, Mao Tse Dong, Idi Amin, Putin a Donald Trump, pasando por otros aprendices en el área, (acá por el vecindario).
Cinco de nueve
No es necesario ser psiquiatra para sospecharlo. Basta con aplicar la tabla de síntomas del Manual, según el cual cualquier persona que reúna al menos cinco de los siguientes nueve requisitos califica como enfermo de narcisismo patológico:
• Sentido grandioso de la importancia propia (Típicamente, exageración de logros y talentos y expectativa constante de ser reconocido como individuo superior a los demás).
• Preocupación por fantasías de éxito sin límites, poder, brillo, belleza o ideal amoroso.
• Convicción de ser un individuo especial y único que solo será comprendido por otros superdotados como él.
• Exigencia de admiración excesiva.
• Sensación de que merece de manera automática tratamiento especial y mejor que los otros.
• Necesidad de aventajar siempre a los demás para lograr sus fines.
• Falta de empatía que le impide identificarse con los sentimientos y necesidades del prójimo.
• Frecuente exhibición de envidia y creencia de que despierta envidia en sus semejantes.
• Muestras constantes de arrogancia y desdén.
Algunos profesionales han criticado que se opine sobre el estado mental de un paciente sin un examen personal científico. Las urnas no ofrecen este dictamen; solo indican si ganó las elecciones. En cambio los hechos y actos de aquellos autócratas a lo largo del tiempo. son de dominio público desde hace años, lo que ayuda al diagnóstico.
Los dictadores siguen existiendo, Putin y Trump son ejemplos actuales y la magnitud de sus egos, la capacidad de hacer daño, la volubilidad de su carácter y la pequeñez mental de sus colaboradores más cercanos lo convierten en un enfermo caprichoso cuya salud interesa y afecta al mundo entero.
"Lo que las personas dictatoriales tienen en común es un alto grado de narcisismo”
Seth Davin Norrholm
Doctor de la Universidad de Emory