Paso al último de mis relatos olímpicos, y cierro mucho las fauces hasta Tokio 2020, y lo hago con uno de los relatos más impresionantes y no resueltos de la historia de los Juegos Olímpicos.
Caster y mucho antes
Caster Semenya, sudafricana, ganó los 800 ms planos, tal como estaba previsto, luchó palmo a palmo con la originaria de Burundi, Francine Niyonsaba, pero el Estadio no estalló en aplausos atronadores de ovación a la ganadora, desde que ganó el mundial de Berlín a sus 18 años, la persigue un estigma … se especula que Caster en realidad es hombre.
Un periodista, antes de que ganara en el Mundial del 2009, ya había hecho una afirmación tajante, los estudios de testosterona que se le practicaron a Caster, daban a entender que padecía de una secreción natural de testosterona, incluso superiores a los niveles de un hombre. La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo llegó a admitir que Semenya estaba siendo sometida a “controles de sexo” y se le definió como una atleta “intersexual”.
Berlín 1936
Como siempre, los JJOO de 1936 son fuente de historias increíbles; si bien hoy en 2016, las rivales de Semenya consideran que ya no se le puede llamar “deporte” a estas competencias por la aceptación Caster en las pruebas, hace 80 años, cuando la norteamericana Helen Stephens derrotó en la final de 100 metros a la polaca Stanislawa Walasiewicz, favorita de todas y favorita de Hitler, se interpuso inmediatamente una demanda acusando a Helen Stephens, de ser hombre.
Así que para poder darle la medalla de oro, se determinó antes, que debería someterse a una “prueba de comprobación de sexo”, Stephens no puso ningún reparo, la hicieron desnudarse frente a dos doctoras y vieron que … era mujer.
La norteamericana, apodada “The Fulton Flash” (“Relámpago de Fulton”) por su lugar de nacimiento, se mataba de la risa posteriormente “Hitler me llamó a su tribuna, y empezó a flirtear conmigo, me hizo un par de insinuaciones, cuando ya supo que yo era mujer”. Posteriormente, ganó oro en 4 x 100 para USA, una atleta completa, totalmente femenina.
Y la perdedora?
Pues la vida de Stanislawa Walasiewic (Stella Walsh cuando tomó ciudadanía USA), era realmente compleja, polaca, nacida en épocas del Zarato Ruso, o sea con nacionalidad ruso – polaca, su familia había huído a USA en la revolución bolchevique y se asentaron en Cleveland.
Nunca pudo correr bajo la bandera estadounidense, porque su naturalización tomó años, corrió los 100 metros en Los Ángeles 1932 y ganó oro, y ganaba varias competencias habitualmente, regresó a Polonia y fue recibida como heroína.
Con la suspensión de los Juegos Olímpicos por la Segunda Guerra Mundial, se asentó definitivamente en USA, siguió con competencias locales, donde arrasaba con los títulos de Campeona.
Se casó con el boxeador Neil Olson, pero el matrimonio duró muy poco, vivió sola, pero activa en el deporte, tanto en competencias como en cargos dirigenciales.
Un 4 de diciembre de 1980, murió de un disparo en un asalto a un supermercado en Cleveland, tenía 69 años.
La autopsia saltó a los periódicos …. Stanislawa Walasiewicz, tenía órganos sexuales masculinos !
Era un hombre? Había que anular todas sus medallas y records?
Nunca quedó muy claro, la polaca – estadounidense conservó sus records y medallas post mortem, la Asociación de Atletismo USA, lo definió médicamente como un caso de hermafroditismo masculino, y no se volvió a hablar del asunto.
Entonces … que hacemos con Caster?
Puede estar bien para algunos …pero no está bien para mí, cuando cada vez que abres el portón quienes salen corriendo a la calle son tu perro y la persona que amas …
Para conocer un poco más de este detectivesco personaje de mi invención, es bueno leer “Johnny Acetileno” http://danielrucks.com/~danielru/index.php/cuento-breve/1386-johnny-acetileno en este mismo blog.
Sí: yo sé que por esta época hay un exceso de planes: firmar un acuerdo nacional (unilateral, por supuesto), mirar partidos de la selección, verlos perder otra vez, conseguir boletos del próximo artista que venga, ufa!
Vuelven las marchas Blancas!