Isabel Garza (25 años de edad, latina, maestra y ex reina de belleza de McAllen, Texas) asistió en abril de 1960 a la Iglesia del Sagrado Corazón de su localidad ...
... su intención era confesarse y encarar con devoción el inicio de su Semana Santa, Isabel era una joven muy católica, de misa diaria.
Desapareció desde entonces, su cuerpo fue encontrado cinco días más tarde, en una quebrada, muerta, con un candelabro de la referida Iglesia y un visor de diapositivas (slides), violada y asesinada por asfixia.
Un Cold Case más
Cold Case es aquél caso de asesinato, que la Policía o autoridad deja de investigar, sin haber dado con el o los culpables y se declara simplemente como “no esclarecido”, se manda a archivo.
Tuvieron que pasar 57 años (1960 – 2017) para que este crimen se esclareciera, por eso se convirtió en el Cold Case más antiguo de la historia de los Estados Unidos.
El sacerdote
John Feit, de 27 años en 1960, era el sacerdote recién ordenado encargado de las confesiones esa noche, llegado a la Iglesia en cuestión, sin embargo, las sospechas no cayeron de inmediato sobre él, a pesar de tanta prueba evidente al respecto. Las autoridades empezaron a sospechar de él por algunas de las actitudes del religioso, sin embargo, nadie, ni familiares ni amigos de Isabel Garza pusieron una denuncia en su contra (era 1960, y acusar de asesinato a un sacerdote era bastante “tabú” para una población fronteriza con alto índice de población latina y católica.
Poco después abandonó la ciudad fronteriza por petición de sus superiores en la iglesia de McAllen, abandonó el sacerdocio, formó una familia y vivió tranquilamente en Arizona. Vivió en libertad sin ningún tipo de proceso, hasta el 2016 cuando fue detenido en Phoenix (Arizona), después de que un fiscal del condado de Hidalgo ordenase reabrir el caso de la muerte de Garza.
Dale Tacheny
Dale Tacheny, había sido compañero seminarista de Feit, en 1963, lo recibió en confesión y Feit le reveló, bajo secreto de confesión, haber cometido el crimen en 1960, llevarla a un parque solitario, mostrarle imágenes pornográficas en diapositivas, violarla y luego asesinarla asfixiándola.
Tacheny, luchó con los dogmas de romper o no un secreto de confesión, hay que entender lo complejo que es este sacramento y las reglas de la Iglesia Católica al respecto, la norma dice que un secreto de confesión no debe revelarse bajo ninguna circunstancia.
Tacheny ejerció como Sacerdote de distintas Iglesias de Oklahoma, pero en definitiva, también colgó los hábitos.
Así, en abril del año 2002, Tacheny se comunicó telefónicamente con el Departamento de Policía de San Antonio, Texas y narró toda la historia que John Feit le había contado en confesión.
La Policía argumentó porque había guardado ese testimonio tanto tiempo, y Tacheny contestó que Feit le había contado el crimen de una “joven de la parroquia” pero jamás dijo el nombre, al averiguarlo él, años más tarde, hizo la denuncia.
El final del Cold Case
Desde su arresto, siempre defendió su inocencia. Permaneció en una cárcel de Texas tras fijársele una fianza de 750.000 dólares en efectivo. Fue, al final, condenado por un jurado estatal. El fiscal había solicitado una sentencia de 57 años, uno por cada año que Feit permaneció en libertad desde la muerte de Garza. En tanto, la defensa intentó que se le concediera la libertad condicional debido a su avanzada edad.
Durante el juicio, que duró dos semanas, el exsacerdote acudió todos los días a la corte utilizando un andador para ayudarse a caminar.
John Feit, de 83 años, permanece en prisión.
1) Que existan teléfonos “inteligentes”, si, pero que no existan conductores “tan poco inteligentes” como para usarlos mientras manejan, matando e hiriendo a compatriotas que no tenían nada que ver con estos artefactos.
Esta cuestión de la “inminente” llegada de la vacuna COVID-19 a nuestro país ( lo de inminente tal como se lee, hay 43 países que ya están vacunando, sin ir más lejos Costa Rica), plantea una serie de dimes y diretes, que ya que estamos, basados en documentos vamos aclarando …