Antes, antes que existiese en su esplendor la Liga Española de Futbol, antes que el Atlético de Madrid se llamase Atlético de Madrid, y fuera Atlético de Aviación, antes que el Real fuera Real Madrid y Madrid solo era un equipo opaco a la sombra de Aviación y Bilbao ...

Antes que los estadios se llenaran y las arcas de los clubes ídem, para ver a Cristiano, Messi, Suárez y el último divo de moda ...

Antes que Maradona se llenara de cocaína las fosas nasales, y el Rey Eduardo VIII abdicara a la corona inglesa por amor a "Wally" Simpson, antes que U2 cobrara un millón de dólares por show y Madonna fuera adicta a la ilusión de retirarse algún día de todo este barullo farandulero ... y no hacerlo nunca ….

Aunque no soy para nada partidiario de las corridas de toros, tomen eso como secundario … aquí importa el personaje …el triste más triste del mundo …. (antes que el mismo Dalton lo escribiera)

Antes, mucho antes que todos ellos ... existió Manolete.

Manolete conjugó con una capa, trajes de lentejuelas y un mil tres toros muertos en la arena, todas las virtudes y defectos de los (seres humanos) y las (circunstancias) antes mencionadas.

Manuel Rodríguez Sánchez, nació en Córdoba en Julio de 1917, y encontró la muerte en Andalucía, en Linares, provincia de Jaén treinta años y pocos días después. Durante la post guerra española, el "matador" (y este era matador en serio, no como Kempes que jamás mato ni a una mosca en trance de eutanasia), encarnó los ideales de una España franquista que sacaba la nariz por encima de la oscuridad de la guerra civil, y que se asomaba al mundo, de repente sin monarquía, pero con un dictadorcito chaparrito e inmortal que actuaba más despóticamente que un monarca en si.

Manolete fue la piedra angular del comentario, del hablar por hablar, de esta maníatan nuestra de crear divos para después des-divinizarlos (tipo Iker Casillas), eso fue el pobre Manolete.

Y escribo "pobre" porque a pesar de que ganó cualquier cantidad de plata, necesitaba mantenerse en la temporada de toros y corridas, porque el bolsillo lo exigía ... es más cuando murió, en agosto de 1947, contaba los días que faltaban para octubre, para poder retirarse de una vez por todas ... tenia treinta años y estaba cansado, si bien contaba con tres décadas de onomástico, parecía de cuarenta, el alcohol y la naciente "cocaína" no vienen solos.

Fue conocido como "el mejor" y de hecho era el mejor, pero en la fecha de su muerte, cuando un toro de poca monta llamado "Islero" le atravesó el triperío de una cornada, simplemente porque Manolete se tardó mucho en rematarlo ...(O sea, lo enfrentó, pero la estocada postrera se tardo más de lo debido, lo que permitió que el toro, herido, lo corneara), ya estaba Dominguin acechándole la fama ... y todo lo que Manolete quería ... era retirarse.

Pero como en toda historia trágica, detrás de Manolete había una mujer (no una gran mujer, una mujer... no más).

Antonita "Lupe" Sino (sino = destino) era una actriz ordinaria que tenía un buen ver, Manolete era cualquier cosa menos apuesto o guapo, pero tenía pesetas ... y aún con su nariz de águila olfateadora, su talante largo y sus ojos hundidos, tener plata y cuenta bancaria tapan cualquier defecto.

España detestó a Lupe, de la misma manera y con la misma fuerza que adoro a Manolete, era obvio que la "actricilla de marras" quería dinero y no al torero, su madre andaluza se lo decía, pero Manolete no hacia caso ...

Cuando eclipsaba su carrera en España y pensaba en retirarse ( a los 29 ), Lupe lo conminó a ir a torear a México y Perú, por unos dólares más, pero siempre había gente alrededor de Manolete que no le permitía al "matador' casarse con la serpiente en cuestión, sabía que eso equivalía a perder todo lo ganado.

Manolete se floreó por Sur América, recibió ovaciones ... pero un domingo de toros en Lima, Perú, cansado, alcoholizado y sangrado por la sanguijuela de su destino, Manolete lloró al salir de la plaza de toros, había requerido de nueve estocadas para matar al toro, cuando usualmente, antes, una era suficiente. Hacia tiempos ya que en las plazas de toros, la gente lo abucheaba abiertamente ... ya no gustaba ni su toreo ni su forma de vida ...

A ruegos de su "Lupe" importó de USA, un automóvil Buick, que funcionaba sólo con gasolina importada, en España, para esa época, el tipo de combustible requerido estaba racionado para uso exclusivo en maquinaria agrícola, para propiciar "el milagro económico hispano de pos guerra". Poco importaba al bolsillo de Manolete.

"Quiero retirarme, todavía estoy entero" decía Manolete, pero las deudas arreciaban y tenía que seguir y seguir ...

La tarde de su "sino final", Manolete toreó por 300,000 pesetas en la plaza de toros de Linares, una plaza de poca monta, básicamente rural, mientras "Lupe" tomaba el sol en Granada... La cornada fue fatal, Manolete vivió un poco más que el toro ...

Los amigos llevaron a Manolete a la enfermería, desangrándose, pero en su atropello, en lugar de ir directo a la misma, dieron la vuelta al ruedo, lo que provoco que el torero perdiera unos cuantos litros de sangre más.

Al día siguiente, después de su quinta transfusión, cuando amanecía, Manolete murió ...

Fuera del hospital, Lupe hacia hasta lo imposible por entrar ... exigía casarse "in extremis" con el matador, no la dejaron ...

Entonces, una vez muerto, el público, que es tierno pero cruel, lo lloró y dejó de abuchearlo...