Mick Jagger y Keith Richards, el dúo icónico de los Rolling Stones, se vieron y entablaron conversación, por primera vez el 17 de octubre de 1961. Ambos tenían 18 años y se dirigían a sus respectivos lugares de educación superior.
La reunión tuvo lugar en el andén dos de la estación de Dartford, ubicada en Dartford, Kent, Inglaterra. Lo que no sabían era que este encuentro casual conduciría a la formación de una de las bandas de rock más famosas y exitosas de la historia.
Para conmemorar este evento histórico, se inauguró una placa azul en la plataforma en 2015. La placa sirve como recordatorio de la ocasión trascendental en la que Jagger y Richards se cruzaron por primera vez. En los últimos años, se ha celebrado el 60.º aniversario de su reunión con eventos especiales y publicaciones en las redes sociales con mensajes muy sentidos.
Para celebrar … un nuevo álbum!
Además de todo esto, la maquinaria promocional de los Stones se ha puesto en marcha para apoyar el lanzamiento, en octubre, de “Hackney Diamonds”, el primer álbum de material original de la banda en 18 años. Abordar el álbum y hacer una gira simultáneamente lo habría aniquilado, dice Jagger. Entonces tomó la decisión ejecutiva de quedarse en casa.
Un Mick Jagger feliz y saludable es un Rolling Stones feliz y saludable. Es el tipo de perspicacia gerencial lúcida y previsora que ha ayudado a la banda a seguir siendo la empresa de rock 'n' roll más longeva de nuestros tiempos.
Jagger no planeaba simplemente descansar junto a la piscina. Hubo una sesión de fotos en la ciudad de Nueva York. Entrevistas en volumen. Vídeos musicales para hacer. La lista de invitados del álbum es una reunión de amigos músicos de alto nivel, incluidos Paul McCartney (bajo), Elton John (piano), Stevie Wonder (piano) y Lady Gaga (voz), el último de los cuales estaba trabajando en el mismo estudio durante una sesión. También aparece Bill Wyman, el bajista original de los Stones, de 86 años, que dejó de tocar con la banda en la década de 1990.
La generación del Rock n´Roll
La generación del rock 'n' roll está desapareciendo ante nuestros ojos. La serie de obituarios recientes puede provocar una especie de vértigo. Sin embargo, los Rolling Stones han perdurado, dejándonos con la ilusión de que la mortalidad puede seguir siendo el problema del mañana.
Los Beatles no sobrevivieron una década. Los Stones, que se formaron en 1962, están en su sexta década. La primera vez que Jagger recuerda que le preguntaron si los Stones volverían a salir de gira fue en 1966. Dos años más tarde, la revista Rolling Stone publicó un artículo de portada sobre su regreso.
Cuando la banda lanzó su último gran éxito, “Start Me Up” de 1981, muchos los consideraban como superados. La gente lleva 50 años hablando de que los Stones son “viejos”.
¿Cómo logró esta banda, más que cualquier otro acto de su época, mantenerse unida? La respuesta más convincente puede involucrar a un desertor de la London School of Economics llamado Michael Philip Jagger, quien sin darse cuenta se convirtió en una leyenda empresarial además de musical. Jagger dice que nunca se propuso construir la primera marca gigante del rock.
"En realidad, no me gustan mucho los negocios, ¿sabes a qué me refiero?" él dice. “A algunas personas simplemente les encanta. Sólo tengo que hacerlo.
"Porque si no lo haces, te joderán".
La ortodoxia de los Rolling Stones dice que fue Keith Richards quien mantuvo unida a la banda cuando estuvo a punto de desintegrarse en varios momentos, especialmente durante la década de 1980. Pero hay argumentos sólidos que afirman que si no fuera por Mick Jagger, los Stones ya se habrían desmoronado.
La muerte ha visitado a los Stones y ha pasado cerca, a lo largo de las décadas: la trágica inestabilidad de Brian Jones; conflictos importantes con socios comerciales; la adicción a la heroína de Keith Richards; las intensas luchas internas de la banda que Richards alguna vez llamó “Tercera Guerra Mundial”; la muerte en 2021 del querido baterista Charlie Watts.
“Seguimos vivos – dice Mick Jagger – y esto es un acto de auto conservación.
Brasil era una naciente potencia futbolística de América Latina, de segundo orden, detrás de Argentina y Uruguay, pero con un auge de la industria cafetalera tan grande, que prometió construir “el estadio más grande del mundo” (Maracaná 200 000 espectadores) y que con esa promesa logró fácilmente la sede del primer Mundial de Post Guerra.
Y ya lo era en aquellas doradas y convulsionadas épocas de finales de los setenta y albores de los ochenta, una Radio Femenina que proyectaba, desde el muy humilde y proletario AM (era todo lo que había ..men) …