Nunca fui yo
o demasiado yo
siempre fui otros
otros que de manera
coercitiva
constante
repetitiva
me invitaba a asumir la misma vida ...
Desde mi tierna niñez
infancia
nunca fui yo el niño
rodillas sucias
zapatos lodosos
que quería
sino el perfecto
correcto
comportamiento
modelo
anhelo
de mis padres
y abuelos.
De joven adolescente
piel ardiente
deseo inclemente
nunca fui el semental
de mis propios sueños
sino el estudiante ideal
circunspecto
aplicado y ejemplo
que soñaron en mi nombre
profesores
y maestros.
Hasta quel legué a una fase
meridiana de mi vida
donde ya no fue imperante
importante
rendirle a nadie pleitesía
y fui por fin
el gerente general de mi propia vida
y grité cabrones !
y grité mierda !
fui tanto radical de derecha
como de izquierda
liberal y conservador
hice y deshice el amor
a mi antojo
hasta que tu
Princesa de mis sueños
asomaste a mis ojos ...
Entonces una vez más
dejé de ser yo
para transformarme
en lo que tu
anhelabas
buscabas
moldeabas
con la propia arcilla
de tus propios sueños
fui lo que quisiste
igual que antes
alguien siempre quiso
pero la transmutación
no te satisfizo
y hoy vago
errante por las azoteas
refugiado en la oscuridad
en la noche azalea
buscando
que nadie me vea
buscando a aquel que fui
antes de ti
No es que a nuestros jugadores les hayan nacido alas en los pies como al mítico Hermes, los tres pulmones de los “guerreros de playa” vienen con la marca de nacimiento allá en Rancho Viejo, La Pirraya y Barra de Santiago, pero su magia para atajar el último penal gringo y convertir el nuestro … no es obra de Merlín el mago del Rey Arturo.
Nos pasamos desde nuestras pre púberes e inocentes, cándidas infancias, recibiendo escarmiento tras escarmiento al respecto … eso no se toca!
La Reina Isabel de Inglaterra (la primera, la “Reina Virgen” que le mientan en los libros de historia) tuvo la suerte de rodearse de exploradores que llenaron al alicaído y primitivo trono inglés una fuente de oro que el Cerro de Potosí (que buscaron como locos españoles y portugueses en América) no les otorgó por llegar tarde …