Paso a detallar a continuación, el sucinto informe de mi situación, estoy aquí… encerrado entre estas paredes y oprimido por el cielo falso, pensando en tí… como si aún me amaras.
Mantengo largos diálogos con tus fotografías, canto todas las canciones que te escribí, platico acerca de ti con mi perro, espero en vano que me llames para decirme “te necesito”… como si aún me amaras.
Reconozco tu perfume en otras mujeres en medio de la multitud, tengo presagios de tus enfermedades o si algo tuyo anda mal, me palpita el corazón y se me desboca el día cuando alguien por casualidad te nombra, sueño contigo en largometrajes… como si aún me amaras.
Le hago bromas a tu fantasma que está presente en cada esquina de nuestra casa, sólo para que sonrías, te llamo por teléfono y cuelgo al escuchar tu voz, como un niño ocioso, sólo para sentir la caricia de tus palabras en mi oído, porque me duelen las orejas de tanto no escucharte decir “te quiero”, como si fuera obligación tuya… como si aún me amaras.
Me hago amigo de tus amigos y pariente de tus parientes, para saber algo acerca de ti, que se yo… una palabra, una señal, una esperanza inocua rebuscada en el basurero de mis mentiras, de mis fantasías, que también fueron tuyas aún te pertenecen… como si aún me amaras.
No he descolgado tus retratos, es más, cada día cuelgo más, releo tus pocas cartas y trato de encontrarle sentido a tu partida, me enojo contigo, me enfado y dejo de hablarte en señal de castigo, como si acaso eso te importara… como si aún me amaras.
Estallo en cólera si alguien te acusa de ser culpable de mi desgracia, es más, hasta ese punto te defiendo, aunque sé que los otros tienen razón, protejo y defiendo tu nombre a patadas y mordiscos si es necesario… como si aún me amaras.
Justifico cada una de tus acciones, si sé que hay alguien nuevo en tu vida, le doy carácter de pasajero, yo mismo juzgo y determino, rijo tu vida desde la soledad de mi cuarto, desde mi cama vacía, desde el cuartel inexpugnable de mis recuerdos… como si aún me amaras.
Soy una piltrafa, una porquería, que espera pacientemente verte entrar por el dintel de mi puerta y darme un beso cariñoso en la mejilla,
Y preguntarme “que tal ?”
como si acaso te importara …
como si todo tuviera sentido…
como si aún me amaras.
Recordaremos, o por las dudas recordamos, que un primer episodio de esto de las mujeres criminales (no las que nos matan con sus desprecios) fue publicado en este blog (http://www.danielrucks.com/index.php/historia/1520-mujeres-que-matan) generando varios comentarios y quedando incompleta la Historia en algunos casos, a los que damos seguimiento en esta segunda parte.
Todos los viernes escribimos, en este blog, usualmente, de política, hoy no escribiremos de política, pero si acerca del lugar hacia el cual los políticos deberían dirigirse y tirarse muy de cabeza …el inodoro.
Usted cree que porque salen en TV y radio, escriben libros, dan discursos, cantan canciones de éxito no meten la pata cuando mueven la lengua? Naaaaaambeeee … son los más propensos a enterrarla hasta la rodilla, por la ultra exposición de medios que tienen …