Mejor que ese antes en intermedios,
supiste de nuevo hacer la fiesta que organizas dentro de mí,
desinhibiendo mis deseos, nuestros deseos
perdida entre tus dulces besos y caricias de ayer y de siempre
que transformaste en verdaderas tácticas de placer
Igual que ayer siempre tú, siempre yo entregados porque si...
trascendiendo un poco más dentro de mi
y tal parece que no hubo olvido, ni ausencia
creaste magia con la ansiedad y necesidad de sentirte,
de entregarme a ti , más un poco más,
una entrega mutua, siempre estrictamente perfecta,
Igual que ayer siempre tu.
con la pasión que nos invade de un no sé qué;
pero que siempre pasa a un quiero más de ti

Igual que ayer siempre tu…
sin dudarlo una vez más excitas mis sentidos,
provocas mi placer en un instante.
Prendiste todas mis luces apagadas en el tiempo,
como el sol inigualable de esta historia de complicidad,
me apretaste a la vida al tomar mis manos,
porque superas cada palabra escrita en el viento,
con hechos deseables en constancia,
con esa capacidad de interminable seductora tan tuya,
tan propia que te hace siempre ser irremplazable,
igual que ayer siempre tu,
fascinante entregado, así vuelves a marcar tu sello en mi piel,
igual que siempre , como mi sol
desde antes, desde un ayer en puntos suspensivos,
que el tiempo define en continuación por convicción del deseo
igual que ayer
siempre tú
siempre contigo.

Después de la abolición de la esclavitud en USA, por la proclama de Abraham Lincoln, pasarían años hasta que la Decimoquinta Enmienda, aprobada en 1870, estableciera que los Estados no podían impedir votar (entre otras cosas) a un ciudadano en razón de su raza, color o condición anterior de esclavitud.

Recordaremos el 2015, como el año de tres técnicos en Selección Nacional y la luz no se enciende todavía, por las transas, truncias y chanchadas del FIFAgate y los pleitos entre jugadores seleccionados y directivos, por pedir sencillamente … lo que era justo.