
Has sido el deseo por convicción
el refugio pleno de mi piel
el momento esperado por inspiración,
mi pasión por decisión.
Puedo hacer muchos vuelos distantes
que hagan parecer imposible el regreso,
sin embargo, el tatuaje de tus besos
hacen obligatoria mi pasión por decisión
Tal vez mis alas parezcan rotas,
mis ilusiones perdidas en un cielo oscuro
pero la entrega de tu esencia de hombre
me seduce una vez, más en mi pasión por decisión
Y trasciende cuando la decisión nos condena,
cuando tu cuerpo y el mío se entregan, por reclamo
cuando la fiesta del placer, nos pierde en la fantasía,
y en esta pasión por decisión , volvemos a vibrar
Mi pasión por decisión,
lleva tu nombre, por convicción
renueva el deseo por emoción y
condena la entrega por inspiración.

A raíz de recordar el 29 de septiembre pasado, los casi cuarenta años de la muerte de Albino Luciani, Juan Pablo I, tras ser Sumo Pontífice solo 34 días, comienzan a reflotar dos preguntas:

La Roma Republicana fue tan sabia, que en momentos que Roma se encontraba en peligro, o ante una crisis de difícil solución, derogaba todas sus instituciones democráticas por seis meses y entregaba el poder total a un “dictator” (dictador)
El enamorado, despechado y abandonado, aquel que entregó su vida por amor y espera en vano el regreso del amor que se fue, el que masculla versos y canciones sin sentido sintiéndolas y entabla pláticas con el cielo falso, mira fotos viejas y se pone a llorar ...