Vamos a darnos prisa, lentamente ... con calma, porque estamos apurados, así como la famosa frase de el Quijote, que paradójicamente nunca fue escrita por Miguel de Cervantes que dice ... "Vísteme despacio Sancho, que estoy apurado" ... así lentamente ... porque urge.
Vamos a tomarnos el tiempo para hacer las cosas menos compulsivamente, menos arrebatadamente, siglo XX era cambalache problemático y febril, el XXI es una eterna convulsión sin base, ni fundamento y apoyada por la tecnología que nos hace cada vez mas "tapadores de baches" que solucionadores de problemas ...
Vamos a pensar un poco antes de actuar, no actuar y después pensar en cómo resolver el entuerto, vamos a darnos prisa para llegar muy despacito hacia alguna parte, que de lo contrario iremos demasiado rápido hacia ninguna parte ... y ese es el problema.
Vamos a darnos prisa lentamente ... vamos a respirar antes de gritar, mordernos el puño antes de golpear y controlar la lengua antes de hablar de otros ... vamos a pensar en que consecuencia puede tener cada acto antes de proceder al acto ...
Vamos a construir el presente con las herramientas que heredamos de los errores del pasado, pero no para cometer los mismos o nuevos errores a futuro, sino para actuar a conciencia...
Vamos a entender que nada urge, inclusive lo urgente, lo apremiante, laboralmente hablando todo puede esperar por nuestros segundos de reflexión, análisis, para llegar a la mesura necesaria... eso sí, el tiempo anticipado al problema es el que tenemos de margen para evitarlo.
Vamos a darnos prisa lentamente... inclusive en esto del amor, vamos a no ahogar a nadie, a no presionar a nadie, a no zaherir a nadie con nuestras prisas, puede que exista el amor a primera vista pero yo prefiero la longevidad del amor racionalizado (si es que se puede llegar a racionalizar algo tan impredecible como el amor).
Vamos a tener paciencia, una pizca de comprensión... un poquitísimo por ciento de tolerancia ... para evitar llantos, noches en vela, desvelos, lagrimas sin sentido y tragedias de hoy que serán olvidadas mañana.
Vamos a ocupar un poco más el cerebro y dejar de pensar con el hígado ...
Vamos a darnos prisa lentamente... pero hagámoslo ya !
Linda Napolitano era una típica ama de casa que vivía en Manhattan con su esposo y sus dos hijos. Pero todo cambió el 30 de noviembre de 1989, cuando afirma que tres criaturas bípedas grises la secuestraron en su apartamento del piso 12.
Esta es una historia muy limpia, pero bastante resbaladiza …
Creo que todo empieza con la celebración de nuestro último aniversario, estábamos en un restaurante y de pronto, de la nada, vi una reacción rara en tu cara, una mirada que no me pertenecía. Ingenuo como suelo ser, seguí la línea de tus ojos y justo entraba un fulano al lugar, quien no sé quién es … ni conozco … pregunto inocentemente …