Ha llegado un deseo bastante propio,
es un deseo que dicta la piel ...
cada espacio de mi ser,
que va bajando la guardia,
que algún día mantuvo cautivo
el rincón,
donde solo tu
has llenado a plenitud.
Ha llegado un deseo, que lleva tu nombre,
que posiblemente dejaste grabado
en cada beso, que me diste,
en cada caricia con ruta propia
que diseñaste, como para robarme el aliento.
Ha llegado más constante este deseo,
donde sí te pienso me rindo y me doy por vencida,
entre el sabor de tus besos, y la pasión sin medida.
ha llegado a mi este deseo
que me atrapes en tu sueño,
que me desvistas el alma,
de nuevo en ese silencio
donde tus labios y los míos se empiezan a perder,
para llegar al mismo sitio donde
me encuentras y te encuentro..
atrápame en tu sueño, mientras el tiempo
nos empuja a encontrarnos...
mientras dentro de mi crece el deseo intenso,
que me vuelve perversa, que me hace traviesa,
atrápame en tu sueño,
porque aquí están las alas de la fantasía,
de una pasión propia, tatuada en tu piel y en la mía.
atrápame en tu sueño, en el más húmedo de ellos
siénteme un día más.

Si no me hubiera reventado la cabeza contra aquella puerta de vidrio, 17 puntadas, una cicatriz que medio me tapo con el pelo, tal vez nunca hubiera aprendido a caminar viendo para adelante.

Los seres humanos tendemos a ser bastante estúpidos … todos, pero sabemos disimular, por naturaleza tenemos algo de estupidez que siempre nos acompaña allí donde vayamos. Es algo que siempre nos hace actuar de una determinada forma a sabiendas de que no es así, o lo que vamos a decir no tiene ni pie ni sentidos, pero a pesar de eso, lo hacemos y nos quedamos tranquilos con esa sonrisa bobalicona, tan nuestra, que trata de tapar la tontería cometida .

Lento, pero viene… no perder la esperanza, menos aún en estas épocas de Adviento …
El día en que todos y todas los salvadoreños y salvadoreñas seamos felices.