Te extraño, extraño tu presencia
y aprendo objetivamente
a detestar tu ausencia
esa barrera que has creado
y he quedado del lado
de afuera …
día tras día
noche tras noche
hago de mis sentimientos
un adagio
un desperdicio
un velero fantoche
irremediablemente condenado al naufragio …
Te extraño, y esto equivale a decir
que soy poco sin ti
un residuo sutil
y cada día es menos lo que va quedando de mi …
año tras año
cariño con cariño
lograste sacarme del peor hoyo
de los que había caído …
pero esa niña sonriente
que entraba a mi habitación
con pastel y candelas
y me iluminaba el día
pero además me iluminaba la vida
se fue
se marchó …
hace ya demasiado tiempo.
Te extraño y lo más extraño
es que
gesto tras gesto
entrega tras entrega
aprendí a amarte de una manera
que todo lo vivido antes supera …
Te extraño
y lo más extraño de extrañarte
es que aun estás aquí
noche tras noche
madrugada tras madrugada
si volteo a ver
en la oscuridad
aun compartimos nuestra cama.
Lo extraño de extrañarte
es que tu ser permanece
pero no así tu alma
hace años
que te marchaste
a otra parte …
Cuando su tío Eduardo VIII decidió que prefería el “chaca chaca” de doña Wallis Simpson (norteamericana y divorciada, una blasfemia para la monarquía inglesa de los 30´s) y procedió a abdicar como Rey de Inglaterra , además de ganarse el repudio de los ingleses, le pasó el trono a su hermano Albert Frederick Arthur George …
Los aplausos sirven, por lo general, para destacar o festejar alguna destreza, éxito, chiste, cumpleaños o cualquier tonterìa que alegre a la gente. A veces también se aplaude por mero protocolo, sin mucho componente emocional.
Creo que todo empieza con la celebración de nuestro último aniversario, estábamos en un restaurante y de pronto, de la nada, vi una reacción rara en tu cara, una mirada que no me pertenecía. Ingenuo como suelo ser, seguí la línea de tus ojos y justo entraba un fulano al lugar, quien no sé quién es … ni conozco … pregunto inocentemente …