Mis sueños de ser lateral derecho de la selección, se vinieron a pique a mis nueve años, cuando probado en la cancha, junto a otro grupo de infantes, descubrí que siempre quedaba de último en la fila …era malo.
Mi vida naufragaba también a temprana edad, una tarde en la que descubrí que jamás sería, junto a Yáñez, contramaestre del buque de Sandokán para luchar en la Malasia por la libertad, la justicia y la amistad. Ni iba a llegar a ser auxiliar de cartografía del Capitán Nemo y su Nautilius … siempre fui medio claustrofóbico.
Soñar es una pasión que bien puede destruir otras. Hay toda una ciencia entregada a interpretar los sueños, que es un modo de echar un ancla a todo lo que vuela; y está muy bien … Pero las ansias de volar persisten ….
A veces sueño con vivir en el país que el “Profe” describió en su discurso de dos años de Gobierno pero no quiero emigrar, no quiero irme a Noruega o Suecia donde el país que él relata es posible, quiero morir en este mi país, país que me recibió y adopté legalmente … un país totalmente diferente al que el discurso y la publicidad política tratan torpemente de vendernos, donde vive la fantasía pese a lo duro de la realidad.
Por qué soñamos imposibles? Cuál es esa tendencia a auto vendernos utopías tan arraigadas en nuestros genes humanos? Tenemos salvoconducto para soñar sueños imposibles? Eso nos diferencia del resto de animales?
Cuándo es que el imposible que soñamos se hace realidad? O perdón, rectifico, alguna vez el imposible con el que nos engañamos se hará realidad?
Martin Luther King cambió la historia de los Estados Unidos en 1963 con un discurso: “Yo tengo un sueño”. No vivió para verlo, lo asesinaron en abril de 1968, pero aquellas palabras se hicieron en gran parte realidad con el correr de los años.
Se cumplen los sueños imposibles y entonces dejan de ser sueños? Y los inconfesables, los sucios y perversos, también se cumplen?
Hablo de sueños concretos, no de los ideales, como el de libertad, a los que la imposibilidad de alcanzarlos convierte en sueños. Pedro Calderón de la Barca hace decir a su Segismundo:
“Todos sueñan lo que son / aunque ninguno lo entiende”.
Lamento discrepar don Calderón, el ser humano sueña lo que no es y acaso no será nunca.
En descubrirlo, se nos va la infancia …
En comprenderlo, se nos va la vida …
Pobrecito paisito el nuestro, donde gente mata gente por encargos de $ 50. 00 pero nadie nunca tiene la culpa de nada, donde no hay un centavo ni partido por la mitad en ninguna parte, pero todos jugamos a la eterna “presumidera” de apariencias .. aparentando, ostentando, hablando
…cosas que no somos
…cosas que no tenemos.
Es complejo, más en un país como el nuestro, donde por lo general nadie se hace cargo de nada y la culpa siempre la tiene el otro. (o “los otros” en el caso de política)
(Ariel, joven de dieciocho años, solo en su casa, sus padres vuelven hasta el jueves, ordena, limpia, con mucho ahínco, todo, menos su habitación, se le nota ansioso)