No esquives tu hombría de mi ser
átame despacio a tu silueta,
apriétame con el calor de tus manos como brasas prendidas
Brasas que acarician como fuego ardiente
desatando por completo mi fuego
el fuego de mi pecho herido, que posee luego a mi vientre
tu calor me estremece y me empuja a desearte
como deseo tener tu vida en un instante previo
como suelen tenerlo esos fieros amantes …
Desearte, ¡Ah! vida mía, desearte es lo que más hago
aprisióname a este deseo o recórreme con tu hiel
Fina amargura que enlaza mi alma
como enlazas tú, mis piernas a tu cuerpo
tomando mi cintura como paral de viento,
vierte toda tu esencia en mí, quémame !
Arrastra a mi vientre a tenerte, sentirte
y amarme una vez más …
Hazlo ahora y después te vas
Vamos a darnos prisa, lentamente ... con calma, porque estamos apurados, así como la famosa frase de el Quijote, que paradójicamente nunca fue escrita por Miguel de Cervantes que dice ... "Vísteme despacio Sancho, que estoy apurado" ... así lentamente ... porque urge.
Nuestra política salvadoreña es una eterna “caja de Pandora”, salta la liebre por cualquier lado, todos roban, algunos centavean y otros arrasan, algunos mantienen damas y otros mantienen vicios, unos mantienen apariencias y otros mantienen cuentas en el extranjero, otros mantienen la sumatoria de todas las anteriores
El Profesor Dalexus convocó a prensa, catedráticos, estudiantes, intelectuales, políticos (por separado, ningún político es intelectual y ningún intelectual es político) y varios curiosos y metidos al Aula Magna … en El Salvador se había construido la primera máquina del tiempo !