Cambian nuestros gobiernos cambian, y que poco cambia nuestro país.

Dizque cambian los sistemas económicos cambian, y que poco cambia nuestro bolsillo.

 

Cambian nuestras vidas cambian, y sin embargo que poco cambian nuestras muertes …

En medio de la confusión, las idas y vueltas y las mentiras, hay algo que está absolutamente claro: las víctimas las pone el pueblo.

Y los más pobres, los más excluidos, son los que más sufren. Ya se sabe que siempre el hilo se corta por lo más delgado.

Más recesión =  más caída de la actividad productiva.

Más caída producción = menos fuentes de trabajo y más recortes de plazas.

Menos gente trabajando = mayor es la caída de la inversión nacional e internacional.

Menos inversión y más especulación financiera = menor poder de compra.

Y de corolario, los que logran apenas y con pena, mantener sus trabajos, ven el poder adquisitivo de sus salarios cada vez más erosionados por la inflación.

 

 

Los pájaros disparan a las escopetas

Mientras tanto los victimarios juegan un partido de tenis macabro pasándose la pelota de un campo al otro. De un lado está el Ministro de Seguridad nuevo, recordemos que el nuevo Presidente dijo  “Desde el primer día me pongo al frente de la lucha contra los criminales”. Pero díganos entonces, Don Benito, de qué lado queda el frente, porque a decir verdad, a usted no lo hemos visto haciendo mucho, en ningún lado.

Por otro lado, el ego vestido de quepis que simboliza Munguía Payés,  tira con munición gruesa a las posiciones políticas antagónicas porque está envenenado de rencor por las humillaciones seriales a las que lo sometió cada gobierno de ARENA, pero mire mi General, los enemigos son otros, no el Fiscal, no los areneros, sino los que matan al pueblo a diario …sistemáticamente.

El trasiego de armas a cuerpos delictivos existe desde la PNC, desde la Fuerza Armada desde inicios de siglo 21 (Héctor Silva Ávalos. “Infiltrados”) porque mejor no hallar culpables y parar esa afrenta ?

Quien hace algo al respecto, por amor de Dios ?

La recesión, el frijol a precio de caviar, la inflación, la miseria que cobrarán los pensionados, la caída a pique de la inversión y de la actividad de la industria, los salarios mínimos que no superan los 262 dólares, para la mitad de los trabajadores registrados son castigos que soporta nuestro pueblo y que hace mucho que el gobierno tolera, desde Saca hasta la fecha.

Es infantil e irresponsable seguir jugando con fuego con un panorama social tan delicado. Hay rabia, cansancio y angustia en vastos sectores de la población.

 

 

Y ahora que hacemos Profe ?

Yo sé que es prematuro, no han pasado dos meses de su gestión y sigo creyendo en ese maestro rural, de los de a pie, oriundo de Quezaltepeque, criado en la austeridad y que se calzó la Kalishnikov en Oriente en los 80s, creo que en ese marco, el Profe es capaz de encontrar e implementar soluciones …

Pero ojo:

- El Bono a adultos mayores ha dejado de ser pagado ... (el de aquel señor que decía que iba "hasta a llorar" cuando se fuera Funes).

- Los de la Selecta de Playa han dejado de recibir su pisto ... gracias al cual, dejaban de pescar y se dedicaban a entrenar ...

Y en ambos casos, usted dijo que esas eran resoiluciones del Gobierno anterior (donde hemos escuchado eso antes? donde?).

Y además esa camarilla de ministros, jefes de autónomas, secretarías, que son más del 60% del remanente de “la cosa nostra” de Funes, diputados inútiles, ignorantes y prostituidos, por donde no pasa iniciativa, por donde no pasa presupuesto sin dejar “comisión” en cada despacho …

… donde no prospera idea alguna, eso es un insulto al pueblo que muere de hambre y de sangre

… esa es la hez de este Gobierno.

 

… y es un estercolero aun mas putrefacto y hediondo que el anterior, es un relleno ttipo Cutumay Camones de la clase política nacional.

 

… es la más sucia y hedionda cloaca de nuestros “doctos y probos” gobernantes

 

… tan sucia y hedionda

 

… que hasta los gusanos salen a vomitar.

 

Y a El Salvador compatriotas, o lo sacamos del hoyo entre todos o nos hundimos con él.