Lo peor del 2020, es que todos estamos plenamente convencidos, que por ser año fatídico, el 31 de diciembre termina, y el 1 de enero, ya amanece un año espectacular …. No no no …
El 2020, es un hecho, nos ha cambiado un poco a todos, con escasos aciertos y cientos de infortunios ha sido sinceramente un año para olvidar, en gran parte de la población. Quizás no por el número final de muertos que deparará el coronavirus, sino porque a todos (y sobre todo a los que seguimos en “cuarenterna”) nos ha pegado en la psiquis, en las costumbres, en lo cotidiano, en la “normal”. Veo cómo en algunas personas se exacerban las reacciones impulsivas y en otras las reflexivas, está el que quiere salir a toda costa y el que extrema los cuidados y el rigor de la ley.
Están los que se pasan por el arco del triunfo los protocolos y los que se vuelven obsesivos …
Entre tantas preguntas que nos hemos hecho, hay algunas relacionadas a la época post pandemia, cómo vamos a reaccionar ante el mundo cuando todo vuelva a ser, en teoría, normal… vamos a estar preparados para volver a ser los mismos de antes?
Vienen las vacunas si … en enero para países que pueden pagarlas, no es nuestro caso, y primero, salen a disposición del personal de Salud, primera línea … perfecto!
Van a ser caras … vamos a poder pagarla para toda nuestra familia?
La mascarilla … hasta cuando o para el resto de nuestras vidas?
Nos vamos a animar a ir a un concierto multitudinario?
Ahí, inmersos en una marea de gente que hace mosh y slam, que suda, que nos respira en la nuca, que nos empapa de sudor, que nos canta a los gritos a 20cm de distancia…
Vamos a besar (mejilla) a una, dos, tres desconocidas en una noche? (o viceversa … seremos besados)?
Disco, juventud divino tesoro, noches de borrachera besando extraños, compartiendo tragos, cigarrillos y saliva con cualquiera. Volverá a ser lo mismo la noche para los “teens”?
Volveremos a consumir arte de manera tradicional?
El cine, el teatro, el circo… podremos volver a estar entre 200, 300 personas en un lugar cerrado, sin saber quién está detrás mío, al lado o delante, sin saber si hay enfermos, o viejos, o personas en edad de riesgo, o extranjeros… cuánto tardaremos en poder disfrutar un evento en paz?
Viajaremos a lugares exóticos tranquilamente?
Ir al sudeste asiático era una aventura elegida por miles de turistas del mundo, pero hay lugares mucho más salvajes y flojos de cuidados sanitarios que soñábamos visitar. La China profunda, India, el centro de África… nos vamos a animar a irnos lejos y solos, sin pensar en virus, barbijos, alcohol y cuidados extremos?
Estaremos tranquilos en los aeropuertos?
Núcleo concentrado donde pululan los que vienen y se van de todas y hacia todas partes del mundo, muchas veces nos toca quedarnos varias horas varados, en espacios comunes, en sillas comunes, tocando superficies comunes… seguiremos estando tranquilos esperando nuestro avión?
Volveremos a asistir a cualquier evento público?
Playas, conciertos en la Costa, Carnaval de San Miguel, donde durante varios meses hay cientos de eventos públicos y gratuitos que conglomeran gente; elecciones legislativas, cenas, almuerzos, desfiles, bailes… volveremos a asistir con la serenidad habitual o elegiremos sólo lo que nos queda cerca?
Podremos descansar en un hotel o peor aún, meternos a un motel?
Desconociendo la eficiencia del equipo de higiene del lugar, del cuidado de los elementos, de la desinfección de la habitación, podremos descansar tranquilos en un hotel? Podremos meternos otra vez – vamos, no se haga – en un motel? Donde el recambio es horario y el equipo de limpieza debe trabajar en tiempo récord vamos a poder disfrutar de un par de horas de sexo en una cama caliente, en una sábana usada por cientos? En superficies tocadas por doquier? La nueva normalidad nos lleva a la “nueva moralidad”?
Cómo vamos a saludar a los desconocidos?
Los salvadoreños somos fraternales y efusivos al momento del saludo, yo a la mayoría de las personas las saludo con un beso, con un abrazo, con un acercamiento real… estarán tranquilas ambas partes en ese momento? Eludirán nuestro cariño? Nos dirán “mejor no me saludes”’ Estirarán el codo anticipando nuestro abrazo? …
Podremos volver a consumir en masa?
O sea volver a las peloteras …. Cyber Monday en un shopping, Black Friday en un almacén, descuentos de temporada en una tienda, inauguración de un outlet… Podremos volver a asistir a esas locuras consumistas como en los viejos tiempos? Perderá el comercio ese shock de ventas? Será lo mismo las colas eternas, las filas de gente, el manoseo de productos?
Estas son algunas de las preguntas que me hago …
a mi mismo …
que pronto, por lo menos…
… tengan respuesta.
Hoy recibí carta de Enrique, se acuerdan del seco aquel, portero del equipo de fútbol? Compañero de horas muertas, de escuela y estudios que tuvo que marcharse lejos por aquello de "la situación".
A propósito de hipopótamos, Alfreditos y Gustavitos, ambos muertos en el mismo recinto bajas circunstancias poco claras …
Fundado en 1865, el Ku Klux Klan (KKK) se extendió a casi todos los estados del sur en 1870 y se convirtió en un vehículo para la resistencia blanca del sur a las políticas de la era de la Reconstrucción del Partido Republicano destinadas a establecer la igualdad política y económica para los afroamericanos.