Se cerró el ciclo perfecto, aquel que se había quedado paralizado en el tiempo durante la Pandemia y más específicamente, con las clases virtuales en todos los niveles y el tan llevado y traído “home office”. Desde este 6 de febrero, cuando volvieron las clases presenciales a nivel público en todo el país, se cerró el ciclo …
… el ciclo de pasar más horas sentado en cualquier tipo de vehículo, que con su propia familia.
Usted amanece cuatro y poco AM, cuando a estas alturas del año aún es noche cerrada, lo hace para tratar de agarrar bus temprano, calles despejadas, partir rumbo a su lugar de trabajo, desde alguna colonia o barrio de Sívar o desde el interior a la capital, o de la capital a las zonas fabriles, y maquilas de los alrededores.
Vano intento, por más temprano que amanezca, un imponderable diferente, siempre va a causar que usted llegue tarde y pierda la paciencia …en cómodas cuotas.
San Salvador tiene un enorme parque vehicular, enhorabuena, producto de la “rodada de carros” desde USA y las motos “chinas” más gente tiene acceso a vehículo, eso es progreso !
El problema es que las calles y sus anchos de rodaje, básicamente son los mismos desde la década de los setentas, cuando el parque vehicular era del 15 % de tamaño del actual, digo “básicamente los mismos” porque en realidad son menos, tenemos menos área de calles por que han sido limitadas por separadores, ciclovías, postes de media altura, conos en todas partes, áreas restringidas de parqueo en plena vía pública …
A eso sumemos, que el creciente parque vehicular, que no está en las mejores condiciones de mantenimiento, y muchas veces, un carro quedado, un choque (por leve que sea) un vehículo con el radiador escupiendo humo como que fuera el volcán Krakatoa son suficientes para detener dos carriles de tráfico, y usted sigue perdiendo lo poco de paciencia que le quedaba …de un solo sopapo.
Nos estamos acostumbrando o embruteciendo ?
Qué hacemos ?
Proclamamos que estamos acostumbrados ? Nos tomamos un pildorita de imaginación y paciencia que no hay, no existe y ya ?
El stress tiene mucho que ver, en la paulatina carencia de inteligencia emocional que vamos cayendo los salvadoreños, hay una demanda de atención, será que uno debe adaptarse a las burradas diarias? Los seres humanos que tratamos de adaptarnos a la situación del tráfico diario, cada vez peor, cada vez menos manejable, perdemos recursos, recursos de adaptación y nos volvemos tan asnos e intolerantes como todos los demás.
Cuando el stress se prolonga, cuando no logramos adaptarnos a los cambios, todos los indicios de tratar de vivir en una ciudad … nos vuelve animales urbanos.
Todos ponemos tener días de furia, descontrol. La emoción se regula ? Podemos tener un termostato que la controle ? “no puedo avanzar, no voy a llegar a tiempo”, cada vez más enojado, cada vez más ansiedad, irritación …
Manifestaciones, carros embancados, choques que tapan tres carriles, policías y gestores tratando de dar vía mientras chatean en sus celulares y causando más jaleo aún, el FOVIAL con 45 trabajadores echándole “grava y bitumen” al mismo hoyo, que se volverá a formar otra vez en una semana, las obras de ingeniería civil “eternas”, la soberbia … la intolerancia! Veremos si la entrada en vigor de los nuevos artículos y multas del Reglamento de Tránsito ...nos "calman" un poco, como decía Teddy Roosevelt "política de zanahoria y palo".
Hay personas con más capacidad que otras para soportar estas situaciones, otras menos, los más somos los que tenemos menos, menos de esa capacidad de control, sacamos la cabeza por la ventanilla y empezamos a vociferar y mentar madres ajenas.
El sociólogo David Merly dice “que la sociedad está cada día más violenta y agresiva por los debates tontos y realities de TV, políticos incluidos y los video juegos”, yo creo que enloquecemos a diario, nos levantamos más temprano para llegar más tarde, tiene lógica?
Este tráfico trágico tiene consecuencias emocionales …
dejan huella …
Y por esa huella caminamos los salvadoreños, todos los días …
Una nueva entrega de aforismos del profesor Isidro Cañenguez, ha llegado a mis manos, el Profe (el bueno, no el otro) que me enseñó Filosofía e Historia en Bachillerato, ha publicado otros posts en este blog y nos aconsejaba sobre la vida en los entretiempos de los partidos de fútbol, me hizo llegar sus manuscritos.
Algunos, muy interesantes, todos, aplicados a sobrevivir en estos convulsionados días en que los políticos nos meten – una vez más – la mano en la bolsa:
Durante la última década, Silicon Valley ha aprendido que las noticias son un negocio complicado, costoso y de bajo margen, del tipo que, si no se tiene cuidado, puede convertir a un CEO tímido en un villano internacional y hacer que lo arrastren ante el Congreso.