Lento, pero viene… no perder la esperanza, menos aún en estas épocas de Adviento …
El día en que todos y todas los salvadoreños y salvadoreñas seamos felices.
Ese día ya no habrá más blanco o negro, buenos y malos. Solamente habrá individuos, contribuyentes, ciudadanos, vecinos y gente feliz de ser gente.
Habrá un El Salvador unido: políticos con políticos, jueces con jueces, periodistas con periodistas, intelectuales X con intelectuales Y, rockeros con reguetoneros, sacerdotes píos y sacerdotes pedófilos, pastores sapientes y pastores de los que solo pegan alaridos.
Cuando llueva mucho y haya inundaciones en zonas marginales, los residentes de zonas altas, que solo tendrán el agua correcta en las piscinas, les darán albergue en sus aposentos a los inundados de atrás del muro; y cuando haya sequía campestre los que no tienen ni siquiera un lote en una zanja, van a llevarle agua en barriles, para sus milpas, a los campesinos micro agricultores.
No habrá más retenciones ni impuesto a las ganancias, ni al cheque mayor de $ 1000. 00; los beneficiados ricos y los sindicatos prósperos verán con buenos ojos a los que consienten sabiamente en que recaude menos el Estado. El Ministerio de Hacienda cesará su cacería de brujas llamando por orden de número de afiliación en ARENA a sus “potenciales morosos” y lo hará midiendo con la misma vara a todos.
No habrá más inflación y serán felices por igual las clases altas, regocijadas de tanto beneficio con respecto al costo, y las clases bajas, que por ausencia de consumo van a volver a ignorar y a estar a salvo del precio de las cosas. Retornará el colón al libre albedrío, habrá fiesta en los mercados, en los cafetales, en las agencias de turismo, en las concesionarias vendedoras de carros, en los inversores inmobiliarios, en el centro Financiero y en los “malls pipicucú” de primera clase.
No habrá más cadena nacional, ni programas de radio a nivel monólogo de Presidentes y Ex Presidentes. No habrá más fútbol porque eso produce divisiones. Solo una Selección Nacional, que será el equipo de todos. Habrá más Domingos Blancos y menos Black Fridays, cantarán los que saben, ya no cantaremos Omar Angulo y yo, Funes se dedicará a guardar silencio.
Viene … lento, pero viene …
El transporte público ya no estará desbordado, será maravillosamente cómodo, barato e higiénico, los buseros ya no usarán drogas y si usarán desodorante, el SITTRAMSS estará listo en menos de dos meses. Las tarifas aéreas serán justas y millones de pasajeros harán semanalmente el vuelo Ilopango – París.
Y habrá vacantes en las escuelas y colegios ante la felicidad de los chicos que ya van a poder asistir a clases y educarse y la felicidad de los que por sus mejores condiciones familiares podrán elegir de sobra la educación adecuada. Los bancos ya no embargarán a aquellos que no lograron pagar sus tarjetas de créditos, por el contrario, lograrán conciliar la cuenta porque los bancos devolverán todo el dinero que se roban en cargos administrativos, intereses sobre intereses, seguros, etc. etc. y las cuentas, todas quedarán a cero.
Los twitteros ya no insultarán ni publicarán obscenidades y agravios antihumanos; harán catarsis junto a los antes agraviados porque ya ninguno ni de ellos tendrá capacidad de reacción o resistencia. Estarán sedados de tanto consenso, los troles quedarán desempleados, pero serán llamados a escribir editoriales en los periódicos.
En el congreso, los diputados no encontrarán motivos para pelearse y discutir, porque todos estaremos de acuerdo en todo, tanto así que lo único que discutirán entre si es el proyecto de disolución de la Asamblea Legislativa, otrora escondite de la drones, borrachos, analfabetos, narcotraficantes y cachimbeadores de mujeres.
Y todos seremos inmensamente felices.
Yo propongo un juego. Si en marzo te hubiera dicho que íbamos a tener que estar todos encerrados por más de dos meses seguro que me hubieras preguntado qué estaba fumando.
Resulta que la división administrativa, tiene mucho que ver con el desarrollo de nuestro “Estado del Salvador” (cambiaríamos a República de El Salvador en 1915) y la conformación de nuestra primera Asamblea Constituyente, en 1824.
Este es el
momento que el caboclo, el mameluco, del indio cariboca, mestizaje indómito de nuestras Américas, el tugurita, el afro brasileiro, descendiente de esclavos, el que habita favelas
y fue desalojado ... esperaba, aun deseando que no sucediera, esperaba ...
El "Mineirazo" ....