“El hombre fue arrinconando a la mujer en el maternalismo para ocupar él los cargos políticos”, dice Felipe Pigna.
En términos históricos, el lugar de la mujer en la sociedad estuvo siempre signado por las ideas dominantes de cada época, pero invariablemente en la antigüedad –y hasta bien entrado el siglo XX– la Historia ha sido escrita por hombres.
Como dice Charles Fourier: “la evolución en la sociedad se mide por el progreso de las mujeres hacia la libertad”. Es muy sabia esa frase. He leído mucho de teología, de mitología griega… y en general predomina la misoginia. Son muy pocos los pensadores que han salido a defender a las mujeres en la historia.
Sin embargo, hay episodios históricos, que a mí, en lo particular, siempre me han impactado desde el punto de vista de lo predominante del rol de la mujer en toma de decisiones contundentes de carácter social y político.
Y me voy a remontar, aquí nomás, Nicaragua, las famosas crónicas de Indias...
Salen cosas maravillosas de esas crónicas, como por ejemplo la reacción delas mujeres de las tribus Niquirano y Dirianes, de los grupos Chorotegas y Nahuas y la huelga de amores que ocurrió en Nicaragua, donde las mujeres deciden no tener contacto carnal con sus esposos, no tener relaciones sexuales para no traer niños esclavos al mundo, un episodio que habla de quiénes defendieron estas tierras.
Una verdadera huelga de amores.
Después de fundar la ciudad de Panamá, Pedrarias Dávila continuó con la exploración del Istmo, para lo cual, envió diversas expediciones, mientras se dedicaba a fundar ciudades, templos a su paso..
En 1526 Pedrarias Dávila llega a Nicaragua, donde somete al rebelde Gobernador Francisco Fernández de Córdoba, a quien ejecuta en la plaza pública de León, y toma total control de la provincia.
La idea de estas conquistas, no era colonizar y traer “paz y la palabra de Dios” a los nativos, no nos demos garabato, la idea era sacar dinero a como diera lugar y en breve tiempo, ya que cada Gobernador, podía ser depuesto fácilmente, y perdiendo su feudo, perdía la oportunidad de saquearlos.
En nuestras zonas, áreas con pocos recursos, donde se podía dar algo de plata como en Taguzgalpa (cerro de las minas de plata) actual Tegucigalpa, y algo de cobre, nada más … Pedrarias, consciente de la poca riqueza mineral de su nueva provincia, se dedica al siguiente negocio más productivo, la reducción de indios, nativos locales, para venderlos como esclavos.
Eso llevó a Pedrarias Dávila, a ser el primer gran genocida de la raza india en América, varios historiadores nicaragüenses coinciden que la primera gobernación española, en este caso la de Pedrarias Dávila, fue la más sangrienta y cruel de su época. Según el escritor Patrick S. Werner, en su libro "Época Temprana de León Viejo: Una Historia de la Primera Capital de Nicaragua", en 1522 el oeste de Nicaragua era habitado por 600 mil o 700 mil indios. Pero en 1550, después de 28 años de administración hispánica, la población de indios había disminuido a 42,000, incluyendo hombres, mujeres y niños; esto significaba una pérdida del 92 por ciento de las almas que existían antes de la llegada de los españoles". Ya "en 1581 habían apenas 25,000 indios", únicamente, afirma el escritor. Los indios nicaragüenses "eran miembros de las cuatro tribus dominantes, Chorotegas, Nahuas, Maribios y Chontales".
Así que las indígenas nicaragüenses decidieron tomar control de su cuerpo y cerrar sus piernas, para que el sátrapa de Pedrarias no tuviera más y nuevos nativos jóvenes que esclavizar, sin embargo pasarían siglos, antes que la mujer tomara real control de su cuerpo, como fortaleza inviolable.
La historia cuenta, que cuando aparece la idea de que la mujer decide sobre su cuerpo. Es en la las épocas de los anarquistas, ya a fines del siglo XIX.
Pero debemos ser sinceros…con el paso de los tiempos y años … el problema de la mujer como dueña y patrona de su ser, de su libertad ….
…. sigue siendo asignatura pendiente.
La muy prestigiosa Universidad de Ohio, Porke Tanen Ohio University, ha desarrollado un estudio mediante el método de observación del comportamiento de las personas mientras hacen la fila del supermercado, lo cual, entre otras cosas, evidencia que no tienen demasiado que hacer …
Nunca más, nunca … contamos los días para cerrar los años más tristes de la historia política del país, no podemos reclamar nada, nosotros salvadoreños, nosotros mismos con nuestros votos, los pusimos ahí, pero aprendamos de los errores … nunca más, nunca.