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No puedo prometer serte fiel toda la vida – dijo Margarita, mirando la cara de David, con quien se casaría al día siguiente por lo civil y dos días después por la Iglesia.
- Que … me ..?. - David no pudo responder nada.
- Que no puedo prometerte ser fiel David …
Ambos estaban empapados en sudor, desnudos, extasiados, después de hacer el amor por primera vez en su año de novios, habían prometido llegar sin tocarse hasta el altar, pero ya con las invitaciones, iglesia, regalos, anillos y todo hecho, sucumbieron cuarenta y ocho horas antes.
- No te gustó, hice algo mal ?
- No todo lo contrario – respondió Margarita, sin dejar de mirarlo, para dar cuenta que no mentía- me gustó mucho, sexualmente vas a ser un gran esposo, pero de esto también, por mucho que lo disfrutemos ahora, nos vamos a cansar … por eso prefiero decírtelo ahora. No te preocupes, que en la Iglesia y ante el sacerdote te lo voy a prometer, pero no puedo, en nuestra intimidad …prometer que te voy a ser fiel toda la vida, va a aparecer de pronto otro que me llene en diez años como tú me llenás hoy, y a ti te va a pasar lo mismo …
David quería entender que significaba todo eso, serían nervios pre nupciales ? Margarita nunca le había hablado así, se estaría echando atrás ? Lo iría a dejar esperando ante el altar ?
- Son los nervios previos, mi amor – le dijo David- ya en tres días estaremos felizmente casados como siempre soñamos y enton …
- No David, no ! No son nervios, es la verdad, es mi naturaleza de mujer que acabás de descubrir, que acabás de hacer tuya, no quiero casarme sin decírtelo, porque tengo miedo, en algún momento de fallarte, prefiero advertirte antes …
Margarita y David se casaron al día siguiente y dos días después y saben que ? En veintidós años de casados han sido fieles, tienen dos hijos, son felices y sexualmente satisfechos cada uno del otro ..se aman, se respetan, pero si Margarita no hubiera confesado, de frente, a su hoy esposo, sus miedos, probablemente la historia no sería la misma. (La historia es real, los nombres ficticios)
La pareja sexualmente complementaria no nace como tal, se hace …en base al perdido arte de la comunicación cara a cara, no a través de un móvil o una PC:
Mentime que me gusta.
No hay estadísticas, porque nadie sale en encuestas públicas diciendo, “si yo le fui infiel a mi mujer, al menos veinte veces en once años, bla bla bla”, pero todos sabemos que pasa, que sucede, que estas acciones tienen lugar en nuestro país, a diario y en toneladas.
Y sin diferencia de género …
Pongo el ejemplo de esta pareja que conozco y obviamente no se llaman así, porque se me ocurre que es la mejor fórmula posible, la honestidad brutal, para ahorrarse problemas, para mantener un lazo, donde el esposo cuide a su esposa y viceversa … para que aprendamos de sexo antes, durante y después para que el tedio no se filtre entre las sábanas.
Pero lo cierto, es que no ejercemos esta honestidad brutal, mentimos, con eficacia y hasta con placer, viendo como engañamos al otro, en épocas de tantas enfermedades, violencia, maricas y lesbianas, no sería más justo ser honesto ? Y aún mejor, brutalmente honesto ? Hablar de frente.
Cuantas veces se oyen en parejas salvadoreñas frases como:
“Amor, léete algún libro o alquilá una porno porque hoy no tengo ganas”.
“No mi amor, no me gustó, fue el peor sexo mi vida”.
“Viejo, si vamos a hacer el amor por la noche, serías tan amable de no comer ajo en la cena y encima tomar cafè?”
“Mirá, bajá algunas libras que si no me quedo con la comadre que está más formadita y solo pasa tirándome indiques”.
“Amor, hace dos años que no me provocás un orgasmo”.
Ese sería un excelente punto de partida, para que hablando con franqueza, se solucionen los problemas, que en la cama, tiene repercusión posterior en cada área marital.
Sincericidio, muy conveniente antes del desastre, y cuanto más sincero… mejor !
En el frigorífico donde se congelan
los amores que fueron y dejan de ser
1950
Pocos tienen en cuenta, dentro de muchas analogías entre 1950 y 2014, que una de las razones por las cuales Brasil perdió el último partido del Mundial 1950, y no quedó campeón en “su” mundial, fue el excesivo triunfalismo, antes del último partido, la consigna era “Ya Ganamos”, por qué ?
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Sabés por qué ? – lo encaró Amalia – sabés porque no vamos a hacer el amor ? Porque no me ayudaste a lavar los platos … y me lo prometiste.