Al fin y al cabo, no nos creamos los Reyes del Universo, ni la quintaescencia del último Multiverso conocido … ni el último ventoso de Elvis antes de derrumbarse en el baño. solo somos microorganismos unicelulares. Bacterias …
Ah no sabías? Con razón, te cuesta tanto entender mi amor, amor, porque no ves Discovery Channel?? Te están matando la novelas turcas mi vida …
Los humanos y otras especies vivas descendemos de ancestros que básicamente eran bacterias. O sea tanto tu, como yo, tuvimos requetérecontratataraabuelos que eran … bacterias.
Pero hace unos dos mil millones de años, los ancestros humanos se ramificaron, y nosotros quedamos en eucariotas, que son más grandes que los procariotas, de ahí viene esa manía nuestra tan humana, tan asquerosa, de tratar mal a quien consideramos más pequeños (niños, mascotas), así somos de crueles, pero no es culpa nuestra, al fin y al cabo, solo somos bacterias.
Ahora bien, somos eucariotas, más grandes, y llevamos más genes, de ahí evolucionamos a este concepto del “Macho Alpha” que tanto prevaleció durante siglos, y todavía sigue con sus ejemplos de borracho de fin de semana, padrote mexicano, guardaespaldas Presidencial, “yo soy el dueño del sueldo y hago con mi pisto lo que quiero”, los que mantienen tres bacterias más por ahí y jugadores de futbol Nacional en la puerta del vestuario … no evolucionamos.
Por lo general nuestro tamaño es de algunos micrómetros de largo (entre 0,5 y 5 µm) y nos presentamos de diversas formas: así algunos son bacterias Rolex y otros somos bacterias Casio, las hay en formas de esferas (de ahí salen los gordos, bien gordos), barras alargadas (de ahí salen los jugadores de Basquetbol), hélices (locos, poetas, músicos, etc), y los informes, que no tienen forma definida (los políticos que se cambian de partido y se ajustan al mejor postor).
El asunto es que algunas bacterias se van juntando con otras, que son afines y las engolfan o degluten para formar nuevas células, muy grandes, fuerte y resistentes, estas son las Sociedades Anónimas que deciden, bajo la idea siempre de que las bacterias más pequeñas son maleables y además, son muy abundantes en el planeta, hay que fabricar productos para su confort y beneplácito, a pesar de que las bacterias chiquitas pueden vivir en condiciones ambientales muy extremas.
Pero hay que crear la enfermedad para que se puedan vender los remedios, así que las células Sociedades Anónimas crean la Penicilina para exterminar las bacterias desprotegidas, y se alían con otro grupo de células procariotas, que se han constituido como Gobierno y juntos exprimen a la gran mayoría de bacterias que andan por ahí desperdigadas … que coincidencias no ?
Estas células procariotas con una estructura sencilla, no presentan núcleo ni mayor actividad cerebral, son orgánulos membranosos internos que meten miedo y cobran impuestos. Suelen tener paredes fortificadas y techo de cristal, pero esto se descubre, hasta que dejan el Gobierno.
Al fin y al cabo, solo somos bacterias …
Para comprar lo que nos venden y pagar lo que nos cobran, las bacterias simples, silvestres, nos deslomamos trabajando de 7 am a 8 pm por el mínimo sin derecho a respingar, en arterias repletas de bacterias … de ahí el tráfico cada vez más mortal de San Salvador !
Pero a su vez, las bacterias, comunes y corrientes, como tu y yo, nos vamos convirtiendo en organismos celulares y nos descubrimos, y nos atraemos, y sin excusa aparente, quedamos para tomarnos un café un día de estos …
… ”dale, por qué no?”
Y decidimos hacer de nuestro cúmulo de bacterias, una bacteria mayor, llamada familia, con niños, abuelas y chuchos ….
Al fin y al cabo, solo somos bacterias …
… y las tuyas son simplemente hermosas !
(Este post no alude didácticamente a nada que tenga que ver con la Teoría Evolutiva de la Bacterias de Lamarck y Darwin, es una simple parodia, basada en sus principios).
En el ángulo noroeste de mi habitación, en diagonal a mi cama, hay una cámara de vigilancia de marca Panasonic. Es negra y persistente como un remordimiento; sigilosa y entrometida como una suegra que sospecha algo; memoriosa y tosca como una elefanta.
Si nos fuéramos a aquello de que las características morfológicas del individuo, definen su apellido, tal como comenzó todo esto, culturalmente hablando, yo debería haber sido pariente de un tal Martín Cabezón, que vive en Bilbao, España, ya que el tamaño de mi cabeza es superlativo.