Teléfono—Riiiing riiiing...
Mako—¿Hola?
Señorita—¿Con la casa del señor Mako?
Mako —No, con el señor Mako. Las casas rara vez contestan el teléfono.
Señorita—¿El señor Mako, por favor?
Mako —¿Sí?
Señorita—Digo... ¿Se encuentra él?
Mako —Nunca me he perdido a mí mismo.
Señorita—¿Hablo con el señor Mako?
Mako —En este momento sí.
Señorita—Bien, le hablo para avisarle que ha recibido un premio.
Mako —No es cierto.
Señorita—¿Cómo no?
Moc—A mi casa no ha llegado nada, o sea que no he recibido nada,
Señorita—¡...! ...entiendo. No, yo me refiero a que usted ha sido premiado y lo llamo para eso.
Mako —¿El premio era una llamada?
Señorita—No, la llamada es para darle la noticia.
Mako —¿Era un premio o una noticia?
Señorita—Quiero decir... lo llamo para comunicarle esa noticia.
Mako —Bien...
Señorita—...
Mako —... (leve aire de eructo)
Señorita—¿Perdón?
Mako —Démela, deme la noticia.
Señorita—La noticia es el premio.
Mako —El medio es el mensaje.
Señorita—¿Qué?
Mako —Usted dijo una frase y yo le respondí con otra.
Señorita—¿No me va a preguntar de qué se trata?
Mako —¿Quién?
Señorita—El premio...
Mako —¿Está en tratamiento?
Señorita—... disculpe, estoy un poco... confundida, ¿puedo hablarle en otro momento?
Mako —Sólo si marca mi número.
Señorita—Ssí, gracias...
Mako —No, gracias a usted.
Señorita—Al contrario...
Mako —Usted a gracias, no.
Señorita—¡Click! tut tut tut tut.
Mako colgó y esbozó una sonrisa, encendió su habano y anotó una cruz debajo del número 178, 178 vendedores de resorts fantasmas de tiempo compartido, de nichos en cementerios, de libros de auto ayuda, membrecías de farmacia, de derechos de herencia de parientes inventados ….
Su método había dado resultado, tal vez debería imprimirlo y venderlo ….
… por teléfono.
Diecinueve años y nunca sentirse algo igual revoloteándote en la cabeza, brotándote entre las piernas, amores de universidad, romances pegajosos con gusto a chicle y rock n´roll…
Yo te encontré
en el mismo sitio donde estaba perdido
a dos cuadras de mi soledad
Iba buscando
un horizonte perdido
pero naufragué en mi mismo mar …
No es que pueblo chico siempre sea infierno grande, sino que el más grande de los infiernos … se enciende en los pueblos más pequeños, por el incidente más chiquito.