Bien sabido es, aunque la memoria se desvanece por aquellas décadas, que la película que topó salas de cine (que en aquellas épocas eran escasas e inmensas) en1939, fue “Lo que el viento se llevó”.
De esta película épica/romántica se conocen dos hechos fundamentales:
Vivien Leigh, para interpretar esas escenas tórridas, candentes, que hacían temblar a mujeres y hombres en las butacas, respiraba hondo, trataba de contener el aire, pensar en cosas lindas (un bebé perfumado, el aire de las montañas, un rosal) y cuando le tocaba respirar, era ella la que empezaba a temblar …
Claro, lo de Gable era por problemas digestivos, y no existían ni Listerine ni Astringosol ni Binaca ni “mentas Gallito” en esas épocas … asi que Vivien ..aguante m´hija.
En Colombia, supe por una amiga, que un actor conocido de telenovelas pretendió cobrar una cantidad exorbitante por una producción nueva en Caracol TV de Bogotá, que la empresa no podía pagar:
- No seas así Fulanito, el papel es fácil, son pocos episodios y podrás besar a Menganita, la actriz principal.
- Por eso pido cobrar lo que pido, si me toca besar a Menganita, con el tufo bucal que tiene, que valga la pena el sacrificio – contestó.
Menganita era fumadora empedernida, y ahí si … aunque te laves con ácido sulfúrico después del cigarrillo, el patín permanece.
La enfermedad capitalista
Un día de estos, hablaba con un amigo, bastante progresista … bah! de los que se define como “revolucionarios del Siglo XXI”, de los que están siempre a favor de los que están en contra y en contra de los que están a favor, de los que hasta se han aprendido el “pajeadto tipo Chávez” (el que ni siquiera Maduro aprendió todavía) … y me decía, en ese bolivariano tono que la halitosis era “un invento del imperio, que la crea en el Siglo XX, para luego vendernos el remedio” …
Tuve que contarle que desde las épocas de Petronio, el árbitro de la elegancia Romana en el siglo I de NE, aparecen comentarios sobre “la desagradable emanación bucal de algunas matronas romanas, que mascan pétalos de rosas y especies para combatirla”, y más tarde Suetonio (siglo II) decía que “Tiberio era desagradable a las mujeres por sus llagas en la cara y el nauseabundo tufo de su boca” (La Vida de los Césares. Suetonio).
O sea que el asunto es más viejo que orinar en las piscinas (cosas que los romanos, bastante cochinos, ya hacían en las termas).
O sea, que para solucionar el problema, Clark Gable se hacía enjuagues bucales doce veces al día y nada. la Menganita, 55 veces y tampoco, y no queda más que pasar masticando chicles de menta (que te segregan líquidos biliosos), dejar de fumar, ir al dentista, y comer ajo si solo si … naufraga en una isla tipo Robinson Crusoe.
Además, es necesario algún amigo/a de “extrema confianza” que te diga “mirá ..te apestan las fauces” … cuando se dé el caso.
Pero si se da el problema del cadavérico aliento, no espere un amigo/a de cercanía física …
… sino una sinceridad a distancia.
Narciso Orellana, ve la luz del alba en su cantón , en el tambo con su padre, ayudándole a ordeñar vacas. Lo ha hecho toda la vida …lo sigue haciendo, es parte de él, de su vida, hábitos y costumbres …