La tía que ya compró zapatos nuevos en París, me da el pasaporte al llegar al aeropuerto de Orly, y se mete al bar a clavarse una de Saint Denis esta vez …
… de hecho la tía ha pasado alcoholizada todo el viaje, yo no sé si se dio cuenta que pasamos por tres países diferentes. De hecho, en Comalapa les daba pena, pero ahora, dado que hay que esperar cuatro horas, casi todo el grupo se mete al bar, incluyendo mi esposa y la abuela.
De una oreja me toca sacar a mi sobrina de 16 años del bar , ya se iba a tomar una cerveza Damm a pico de botella, cuando el mesero le pidió identificación …
- Pero tío, una cerveza nada más.
- Ahí te preparo una Michelada cuando lleguemos a San Salvador, o una sangría.
En eso estaba, cuando Elvira (mi vecina, esposa del Vecino) me pega un grito despavorido:
- Ahhhh al fín lo encuentro, cuantos pasaportes tiene ?
- (Cuento) Dieciocho … falta uno ! – me alarmo.
- Mi esposo, se quedó dormido en el hotel, como anoche se echó sus tragos.
Menos mal que faltaban 4 horas y estábamos a 14 kms del hotel, un taxi nos llevó hechos un cohete y Elvira (una vecina muy buena onda al fin), me explicaba que por el problema que la abuela se enfermaba con el aire acondicionado, ella se pasó a compartir habitación con la abuela, sin aire y su esposo (el Vecino) que no duerme sin aire, aun en el invierno francés, se pasó a la habitación del primo, el hijo de la tía borracha, que pasó con los audífonos de su IPod, oyendo Metallica todo el viaje.
Corrimos de un solo a la habitación del primo, si bien tenía rótulo de “Ne pás derenger” (no molestar) , una camarera abrió ante la urgencia y ahí estaba el vecino … pegándose una épica revolcada con una mesera que habíamos conocido anoche en un restaurante … salvadoreña también.
Elvira pegó un grito de “hijo de puta” que se oyó hasta Versalles y salió corriendo, el Vecino se levantó, se vistió como pudo, mientras nuestra compatriota con todo el tiempo del mundo, hasta se maquilló y le dijo:
- Bebé … no deje de entregarle ese encargo a mi familia en Olocuilta.
En el taxi de regreso, de cada tres sopapos que Elvira le lanzaba a su esposo, dos me caían a mí que iba en medio …
- Hacerme esto a mí, 18 años de casada y ni una mirada a otro hombre y te encuentro revolcándote con una cualquiera … en París !
- Elvira, mi amor, yo extraño mi país, lo nuestro …
- Ah si ? Y yo que soy? Taiwanesa ?
- Pues a veces si … - el Vecino me sonrió, como diciendo “no pasa nada, ya me han cachado antes”
Debe de ser así porque a una hora del despegue de París ya iban de “cuchi cuchi” con su esposa.
Lo peor del viaje de un Salvadoreño es el regreso. Uno se vuelve lleno de cosas. Tras la pelea de siempre con la pobre señorita de Avianca por el exceso de equipaje, se pasa al penoso trabajo de aliviar el peso de la maleta trasladando ropa a cuanta bolsa de plástico haya cerca, en un proceso que suele hacerse a la luz de toda la fila del counter que mira cómo van saliendo calzoncillos y demás miserias mientras uno suda a mares.
Todo Salvadoreño que se digne de serlo, viaja de regreso siempre con las manos ocupadas, casi siempre por algo que se rompe: una artesanía , una talla imitación de la Torre Eiffel .
No importa de dónde venga, en el vuelo de regreso siempre vestirá ropa de playa: shorts, por ejemplo, camiseta del Águila.
Todo Salvadoreño aplaude cuando el avión aterriza; para salir antes que los demás, invade el corredor antes de que el avión termine el carreteo; deja el formulario de Migración y el de Aduanas para última hora, y lo llena de pie, mientras hace la fila; es recibido con vejigas y carteles por los 324 familiares que se quedaron, así el viaje haya sido de solo una semana …
… y después de vacaciones decimos que lo que necesitamos son más vacaciones.
Es triste, doloroso, cruel y anti económico … hasta ahora pensaba que la peor frase que te puede decir una mujer podía decir es: "Tenemos que hablar...".
A menudo nos preocupamos porque ... zas!!Nos despertamos de noche, insomnio! Aunque esto podría ser bueno para usted. Un creciente cuerpo de evidencia tanto de la ciencia como de la historia sugiere que el sueño de ocho horas puede ser antinatural.
Nos quedamos en la parte de la historia, que transforma a través de dos personajes de dudoso comportamiento viril, Batman y Robin, de tira cómica a multiplataforma de entretenimiento (TV, cine, artículos promocionales, videos, video juegos, etc).